América durante mucho tiempo se distinguió por buscar a figuras mundiales para reforzar su plantel (ahh qué tiempos aquellos…), y durante varios años buscaron hacerse de los servicios de un seleccionado argentino, Pablo Aimar.
El Payasito era un verdadero mago con el balón en los pies, dueño de un “guante” en la pierna derecha, que ponía servicios exactos y disparos fulminantes y bien colocados; su conducción era exquisita, de categoría mundial, lo cual provocaba que fuera extremadamente complicado arrebatarle el balón limpiamente.
Al principio de esta década era toda una costumbre vincular a Pablito al América durante cada periodo de transferencias, de hecho, varias fueron las ocasiones en que la directiva águila tentó al habilidoso mediocampista, quien fuera figura en Europa en clubes como Valencia y Benfica, y de un paso no muy afortunado en el Zaragoza, estando muy cerca de ficharlo de cara al torneo Apertura 2012, cuando estaba a punto de terminar contrato con el club portugués, sin embargo, los lusitanos decidieron renovar su contrato por un año más.
Aun así, el argentino mostró mucho interés en la oferta del cuadro mexicano y llegó a considerar en llegar a la Ciudad de México, no obstante, el hecho de permanecer en la órbita europea lo sedujo lo suficiente para no emigrar a Coapa.
América es un grande de México y del continente, tengo referencias por el Piojo López y sobre todo por el Rolfi Montenegro, sé que siempre deben pelear por el título.
– Pablo Aimar
Al terminar su contrato con Benfica en 2013, América intentó ficharlo una vez más, sin embargo, las pretensiones económicas del argentino fueron muy altas y las Águilas no pensaban desembolsar una suma demasiado alta de dinero por un jugador de 35 años que venía muy a la baja en su rendimiento, por lo que las negociaciones se terminaron y Aimar fichó por el club Johor Darul Takzim de Malasia con un contrato de 2 años.
Para debatir
¿Hubiera valido la pena hacer el último esfuerzo por Aimar?
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