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En la historia más rica del futbol mexicano, la del Club América, ha habido grandes ídolos, jugadores históricos, buenos, regulares y malos.
De estos últimos, increíblemente hay quienes tuvieron su tarde de “one hit wonder”, y a propósito de nuestro siguiente juego ante los Gallos de Querétaro, recordaremos a uno de ellos.
En el Torneo Bicentenario 2010, las Águilas habían recibido el golpe extracancha tras el triste suceso de Chava Cabañas, y bueno, las opciones de Chucho Ramírez para cubrir semejante baja eran muy limitadas: el Paleta Esqueda, Dany Márquez, Renato González y Tony López. A este último, se le dio la titularidad ante los Gallos en la fecha 9 y aprovechó la oportunidad en una tarde que ni en sus más fantasiosos sueños se llegó a imaginar.
A Tony le bastaron 46 minutos para conseguir tres anotaciones, comenzando de inmediato las ilusiones en unos… y en otros, los recuerdos del Torito Silva, el More Mosqueda y varios más.
El Negro Sandoval, Ángel Reyna y el mencionado previamente Márquez, completaron la goliza de 6-0 sobre los Galos, equipo dirigido en ese entonces, por el Maestro Carlos Reinoso Valdenegro.
Reportajes en diversos medios, entrevistas aquí, entrevistas allá, en fin, el delantero sudcaliforniano fue el personaje del momento en el futbol mexicano, solo por unos días, porque en el regreso a su realidad, marcó un par de anotaciones más en ese torneo, para no volver a anotar como Azulcrema, para terminar saliendo al Puebla en el Apertura 2011.
Regresó a Coapa para el Apertura 2012 y realizó un tanto en la Liga y, sorprendentemente, 6 en la Copa. Salió del equipo más grande de México previo al inicio del Apertura 2014, rumbo a Mineros de Zacatecas, donde su carrera se terminó de diluir.
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