No te pierdas más reciente capitulazo del NidoPodcast, el show semanal para Americanistas Exigentes.
Después de frustrantes eliminaciones y ridículos monumentales en los últimos años, las Águilas del América llegan a una nueva final del fútbol mexicano, en mi opinión no pudo conseguir mejor rival que los Tigres, el vigente campeón y uno de los equipos más importante de los últimos años, con lo anterior ¿América logrará el tan ansiado título? ¿Se podrá borrar al fantasma del autosabotaje? ¿Se vale soñar?
André Jardine ha conseguido llegar a su primera final en su primer torneo con las águilas, lejos quedaron aquellas quejas de sus experimentos fallidos en las primeras jornadas del torneo y su mediocre recorrido en el torneo Leagues Cup, Jardine demostró que es un técnico competente capaz de sacar un gran rendimiento de un gran equipo y su pase a la final es merecido, es verdad que el aficionado americanista se encuentre frustrado por la triste actuación en el partido de vuelta contra San Luis, pero hay que darle vuelta a la página y apoyar con todo.
Enfrente tenemos a los Tigres, un equipo que ha hecho bien las cosas en los últimos años, que ha confeccionado una gran plantilla combinando experiencia y juventud, que ha mostrado personalidad al reponerse de situaciones adversas, su último título conseguido remontando un marcador de 2-0 es el ejemplo de ello. Como dije al principio, que bueno que llegaron los mejores planteles a la final del torneo, no hay sorpresas, no hay caballos negros o héroes inesperados, solamente hay lo mejor que el fútbol mexicano pueda ofrecer.
Dicho lo anterior, también es necesario recordar que esté el tercer enfrentamiento en finales entre América y Tigres, ambos cuadros tienen una victoria, siendo el descalabro de América en Navidad de 2016 el antecedente más reciente, por tanto, esto también puede ser visto como una revancha, pero creo que es la oportunidad perfecta para sepultar los fantasmas del autosabotaje, el despeje fallido de Jorge Sánchez, la pésima técnica de Sebastián Cáceres y la expulsión de Fidalgo se asoman en el imaginario del americanismo.
Finalmente, estamos a un paso de ver a nuestras Águilas ser campeones otra vez, si el América se comporta a la exigencia de su rica historia, si cada jugador juega sus mejores partidos obtendremos el título 18 o la famosa 14, póngale el número que quieran, pero lo único que importa es ganar y ya.
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