No te pierdas más reciente capitulazo del NidoPodcast, el show semanal para Americanistas Exigentes.
Regresamos con una nueva entrega de Nidocine. La última vez, platicamos de los 2 primeros capítulos de la serie América vs. América. En una futura edición reseñaremos la serie completa, pero esperaremos unos días para que todos los interesados la puedan ver sin spoilers y luego pasen por acá para comentar qué les pareció.
Por ello, el día de hoy hablaremos de una película que pueden encontrar en Netflix. El filme, dirigido por Letizia Lamartire (Baby, 2019-2020), de nombre Il Divin Codino (Roberto Baggio: El Divino), es una película italiana que intenta mostrar la vida futbolística del gran jugador italiano Roberto Baggio.
Es importante recalcar que dicha película contó con la participación del mismo Baggio como consultor, algo que siento no terminó de ayudar al producto final. En el alrededor de hora y media que dura el filme, se tocan varios pasajes de la vida de Baggio. Pero como comenté, que él haya participado nos deja la sospecha que hubo cosas importantes que se quedaron fuera u otras que entraron, pero de manera superficial. Por ejemplo, su creencia budista apenas se toca y al final ( esto no es spoiler) el mismo jugador agradece a su maestro budista y lo señala como un ser fundamental en su vida. Sin embargo, uno viendo la película no consideraría que sea así, porque ni sale ni lo menciona. Y así como los diferentes pasajes que se muestran en la película, personajes que parecen importantes desaparecen a medio filme o los saltos de época parecen no justificarse.
La directora, Letizia Lamartire, intenta enfocar el mayor peso en dos situaciones, las lesiones serias que siempre acompañaron a Baggio en su carrera y una promesa de la niñez que tiene su desenlace en el Mundial de 1994. Y sí, el fatídico penal que falló en la final es hilo argumental del segundo y tercer acto del filme, pero como comenté, queda muy a la ligera. No se expone, como debería, el trauma que fue para Baggio fallar aquella pena máxima y fallar en la promesa, misma que es lo único que se mantienen constante en toda la cinta.
La actuación de Andrea Arcangeli (Romulus, 2020) como Roberto es bastante buena, de hecho, su parecido físico es impresionante. Son de las pocas cosas rescatables que podemos señalar. De igual forma, las diferentes épocas del jugador no están tan mal representadas como en materia de vestuario (como olvidar aquel jersey italino azul del 94). Sin embargo, las escenas en el campo dejan mucho que desear, pero siempre será difícil hacer una buena representación de un partido de fútbol en una película o serie televisiva.
Valentina Bellè como Adreina, esposa de Baggio, Antonio Zavatteri como Arrigo Sacchi y Andrea Pennacchi como Florindo, el padre de Roberto y pieza fundamental de la historia, completan el elenco. En resumen, no sería la primera película que yo recomendaría. Pero, si tienes Netflix y un par de horas que matar, además de las ganas de apagar tu cerebro, esta cinta es buena opción. No esperes lo mejor del cine italiano, no, no es Cinema Paradiso. Sin embargo, siempre será bueno e interesante ver películas de otros países. Ver cómo representan a sus ídolos y situaciones que muchos conocemos, pero vivimos desde una perspectiva diferente. Como un extra, por ahí mencionan aquel partido mítico donde Marcelino Bernal hizo uno de los goles que más nos han hecho gritar en una Copa del Mundo.
Por todo lo anterior, le doy 2 de 5 Águilas César.
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