Tragicomedia en el Clásico Joven

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Dos caras de la afición, arriba a la izquierda, algarabía total, a la derecha, desolación. Y abajo, siempre Pablito.
Dos caras de la afición, arriba a la izquierda, algarabía total, a la derecha, desolación. Y abajo, siempre Pablito.

Si ser aficionado del América llega a ser frustrante, ser de Cruz Azul debe ser aún peor.

Los demonios internos de cada equipo salieron a la cancha del Azul para ofrecer un partido que si no lo ves, no lo crees.

América y su fragilidad mental estaban por los suelos tras media hora de cotejo. El tres a cero era lapidario y no existía forma conocida en el mundo de justificar el proyecto de los directivos con Ignacio Ambriz.

Entonces saltaron a escena los fantasmas celestes. Pusieron en práctica el cada vez más común Arte del Autosabotaje® –el cual dominan a la perfección– y terminaron siendo los bailados tras ser incapaces de hacer frente a la tempestad azulcrema que los envolvió y les arrebató el resultado sobre la hora.

EL PLANTEAMIENTO

Decíamos que en América hay que intentar con otros jugadores y planteamientos. Ambriz pareció estar de acuerdo. Volvió a probar con cuatro atrás; sacrificó a Valdez y Guerrero para dar cabida a la dupla William-Güémez y dotar de mayor músculo al sector medio.

Uno de los problemas con Nacho es que solo se atreve a cambiar a los jugadores sin jerarquía. Chepe es de perfil bajo y no se va a quejar abiertamente por jugar a veces sí y a veces no. Bruno acaba de llegar y aún está en el proceso de hacerse de un nombre en el vestidor. Así es fácil hacerse al «valiente» con los experimentos.

Ojalá algún día se animara a dejar a una vaca sagrada en el banco, eso demostraría cierta autoridad.

El problema que más estragos ha causado y que nos ha llevado a ser la peor defensa del torneo (15 GC en 8 partidos) es que América no ejerce presión en ninguna zona del campo. Ya hemos visto como otros equipos como Tigres o Chivas te asfixian desde la salida. América no. Pareciera que la táctica consiste en defender solo en el último tercio cuando los rivales ya van encarrerados hacia la portería.

Si alguna vez intentaste subirte al camión cuando empieza a alejarse del paradero, sabrás lo complicado que es hacerle frente a algo que se mueve con más velocidad que tú. Algo similar pasa a las Águilas, los rivales pasan el medio campo sin mayor complicación y queda en manos de la defensa intentar igualarles en velocidad.

La cantidad de goles recibidos habla por sí misma.

PRIMER TIEMPO

Comenzó el partido y apenas al cinco recibimos el primer aviso. Velázquez aprovechó la mala salida de Muñoz tras el saque de esquina y estremeció el travesaño con un casi certero cabezazo.

América reaccionó en la siguiente jugada cuando Sambueza punteó para Oribe quien fue derribado dentro del área por Aldrete pero el colegiado indicó que no había infracción.

Al nueve la inició Güemez. Sirvió para Romero quien rondaba en tres cuartos de cancha y éste habilitó a William que dejó atrás a su marcador en base a potencia pero le faltó imaginación para definir la jugada que tras la salida de Corona se antojaba picarla por encima o seguir corriendo en la misma dirección para dejarlo atrás y patear al marco vacío.

Gol fallado es gol en contra. En el caso de América, multiplicado por tres.

“Chaco” Giménez se plantó tras la esférica al diez y mandó un bombazo por encima de la barrera que se clavó al ángulo. Algarabía celeste.

La fragilidad mental de las Águilas se manifestó de forma cruel. El paraguayo Jorge Benítez se transformó en un tornado que arrasó todo a su paso. Dejó a Güémez y Pablito por velocidad, luego recortó a Javier que intentó cerrarle sobre la línea, dio cuenta otra vez de Pablito y todos los que trataron de quitarle la pelota. La esférica cayó de alguna manera al Chaco quien pateó a portería y el balón se coló a pesar de las piernas que intentaron desviar. Dos por cero, fiesta celeste y una nueva edición de La Venganza del Chaco.

Lo que parecía ser el último clavo al ataúd llegó al veinticinco. Sambueza embistió a Benítez dentro del área. Penal. Menos mal que no es Giménez el que los tira. Silva tomó la esférica y con toque a la derecha venció a Muñoz que se aventó media hora después para no quedarse de pie al centro de la portería.

Y comenzaron las especulaciones: ¿qué sucederá primero? ¿el cuarto de Cruz Azul? ¿Una tarjeta roja? ¿Gol americanista?

Las fichas estaban sobre la roja. Al fin que es nuestro «modus operandi».

SEGUNDO TIEMPO

Al cincuenta y tres salió un cartón rojo. Pero no para los nuestros. Una agradable novedad. Aldo Leao dio un artero pisotón por detrás a Güémez y fue enviado a las regaderas mientras Martínez levantaba la vista para saber a qué zona mandar la esférica.

Salió a pedir de boca. El servicio al área chica encontró a Oribe quien punteó a la salida de Corona y descontó para la causa azulcrema.

Ambriz hizo un movimiento extraño. Sacó a Mares (otro sin jerarquía) y mandó a Renato “Falcon” Ibarra al cincuenta y seis. William el comodín pasó a jugar de lateral izquierdo.

El ecuatoriano pudo ser expulsado tras su primera acción cuando al tratar de recuperar la esférica dio un pisotón a Aldrete. Los celestes se volvieron locos y querían que se aplicara el mismo criterio que se usó contra Aldo Leao. La diferencia es que la de Aldo fue por detrás y directo al jugador, la de Ibarra fue falta pero buscando disputar la esférica. La amarilla fue suficiente.

Miky Junior entró al sesenta y siete a cambio de Güémez. La cabeza del Gambetita (como le conocen en su tierra) está en todas partes menos en el fútbol. Su primera acción fue tentar a la roja tras dar un manotazo al pecho de un celeste frente a la nariz del árbitro que se limitó a amonestarle mientras los celestes con antorchas y trinchantes pedían expulsión.

Una vez perdonado, Arroyo hizo lo que mejor sabe. Patear de tiro libre cual francotirador. Su disparo salió con potencia y casi al ángulo pero Corona se estiró al máximo y con la ayuda del poste logró salvar su portería.

Si América tuvo quince minutos de terror en el primer tiempo, Cruz Azul los tuvo en el momento más doloroso y del que no hay marcha atrás: la recta final del partido.

Sambueza abrió hacia Ibarra por derecha quien de primera mandó un centro templado que el Chino mandó al fondo con violento martillazo. El mejor gol en jugada que las Águilas han hecho en mucho tiempo. Tres a dos con quince por jugar.

El tiempo siguió su marcha y parecía que la reacción solo alcanzaba para hacer el marcador un poco más decoroso, si es que eso existe en el fútbol.

Entonces Cruz Azul volvió a ser Cruz Azul.

Al ochenta y nueve salió un servicio de Sambueza a segundo poste que Pablito convirtió en el empate tras cabecear con potencia hacia abajo y batir a un incrédulo Corona. El color volvió a la banca americanista y ni qué decir a la directiva.

El marcador electrónico indicó que se jugarían tres adicionales. Tiempo que para las Águilas fue un suspiro mientras que a los celestes les habrá recordado la diferencia que habían dejado ir.

América logró lo impensado. Ibarra dejó en el camino a su marcador y mandó un nuevo centro que Romero prendió de primera y la colocó pegada al poste mientras la afición azulcrema explotaba en júbilo y los azules solo querían que la tierra los tragara. Otra vez.

Así de exótico es el fútbol mexicano. América fue bailado y después bailó. Cruz Azul bailó y terminó bailado. Bipolaridad y sabotaje son el pan de cada día.

La continuidad de Ambriz es cuestión de tiempo.

Resultados como este perduran por siempre.

ESTADÍSTICAS

stats-america-cruz-azul

RENDIMIENTO

MOISÉS MUNOZ

MOISÉS MUNOZ

MAL

¿No será tiempo de volver a probar con González? En dos Clásicos le han encajado seis goles, en este casi regala el primero con la mala salida y lo del penal fue una burla. Solo detiene cuando le rematan al cuerpo. Intenta recordar cuándo fue su último gran lance.

PAUL AGUILAR

PAUL AGUILAR

MAL

Adivina quién subió a tirar centros irrelevantes y descuidar su posición en la jugada que derivó en el penal de Sambueza. Considerando que Ibarra sí sabe mandar centros, es momento de poner a Valdez de lateral derecho y cerrar esa brecha eterna de una vez por todas.

PAOLO GOLTZ

PAOLO GOLTZ

REGULAR

El menos malo en ese tenebroso cuarto de hora. Poca culpa en las anotaciones celestes.

PABLO AGUILAR

PABLO AGUILAR

REGULAR

Se vio mal en la acción de Benítez. Primero lo dejó pasar por el temor de cometer penal para luego ser recortado otra vez. Y como en varias ocasiones, salvó la tarde con otra anotación por la vía aérea que tan bien ejecuta.

OSMAR MARES

OSMAR MARES

MUY MAL

Joao Rojas lo hizo trizas. Fue su peor partido enfundado con la playera azulcrema. Fue rebasado una y otra vez. ¿De dónde sacar un lateral izquierdo? Entre las lesiones de Samudio y el nulo oficio defensivo de Osmar no hacemos uno.

JAVIER GÜEMEZ

JAVIER GÜEMEZ

REGULAR

Dentro de todo este movimiento surrealista tenemos que Javier fue mejor al ataque que en defensa que según es su especialidad. El inició la primera cuando la dio a Romero que sirvió a William. Para el segundo tiempo sacrificó el físico estando en tres cuartos que derivó la roja a Aldo Leao. Atrás estuvo terrible en el segundo gol tras la doble faena que le hizo Benítez.

OSVALDO MARTÍNEZ

OSVALDO MARTÍNEZ

MAL

Continúa a la baja. Es difícil ubicarle dentro del terreno de juego. Su poco trabajo de recuperación (que antes hacía mucho mejor) es parte del desastre defensivo en media cancha. De no ser por aquel buen servicio al corazón del área que sirvió para el gol de Oribe hubiera pasado de noche.

WILLIAM DA SILVA

WILLIAM DA SILVA

REGULAR

Cuando uno cree que le ha visto en todas las posiciones, siempre queda espacio para una más. Inició como volante por izquierda y tuvo la primera que remató al cuerpo de Corona. Al igual que todo el reparto del sector medio, no presiona. Podríamos empezar a señalar a todos los mediocampistas por esto pero tal parece que quien juegue, tiene la orden de no presionar desde arriba. Lo curioso es que no es descabellada la idea de probarle de lateral izquierdo. Es rápido, es fuerte y no le entrará el pánico cuando se anime a ir al ataque. Mejor que Osmar sí que lo hará.

RUBENS SAMBUEZA

RUBENS SAMBUEZA

REGULAR

Cometió penal, luego entró en ese ambiente donde parece que en cualquier momento lo echan del juego. Sin embargo, logra sobrevivir y en el segundo tiempo recupera algo del fútbol que alguna vez lo caracterizó. Encontró a Ibarra de manera constante por derecha y de ahí surgieron los centros para el Chino. También puso una asistencia para Pablito.

SILVIO ROMERO

SILVIO ROMERO

MUY BIEN

El incendio requería un bombero que controlara el fuego y lo hizo a la perfección. Primero con la cabeza y luego con el pie, el Chino demostró con remates de primera que se puede contar con él de cara a portería. Eso sí, hay que ponerle balones que él no va a ganar guerras solo.

ORIBE PERALTA

ORIBE PERALTA

BIEN

La salud está primero que el fútbol por lo que parecía arriesgado jugar con la máscara de protección que le duró tres minutos antes de tirarla fuera del campo y dejar que las deidades del fútbol le protegieran de cualquier codo rival. No participó demasiado durante el primer tiempo aunque no es que alguno lo haya hecho. Inició el camino de la remontada tras estirar la pierna y desviar la pelota para hacer el primer tanto —siempre el más difícil— para las Águilas.

SUSTITUCIONES

RENATO IBARRA

RENATO IBARRA

MUY BIEN

Cuando se tiene un buen centrador es como transportarse a un universo paralelo. Causa mucha satisfacción ver balones al área con ventaja para el delantero que terminan en gol. Tendría que ser titular. Si nadie va a defender en media cancha, por lo menos pongamos un centrador y dejemos los inventos con los laterales y todo el humo habitual que producen los creyentes de la línea de cinco. Ibarra es más que Mares y Paul a la ofensiva.

MICHAEL ARROYO

MICHAEL ARROYO

MAL

Debería probar en el fútbol americano. Como pateador sería fantástico. Hoy en día es lo único que ofrece. No ha logrado colocarle la cadena a la bicicleta y queda claro que es víctima de su temperamento. Apenas a media semana fue expulsado con su selección a los cinco minutos de haber entrado. Ante Cruz Azul estuvo cerca de lo mismo. ¿Es que toda la vida piensa pagar la renta en base a tiros libres? Qué jugador más extraño.

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