Las Águilas del América dejaron ir una ventaja de dos goles ante Santos Laguna y justo como ha sido a lo largo del torneo, regalan un partido que a todas luces era ganable.
Es increíble la forma en la que los emplumados perdieron este encuentro. Apenas al minuto dos, Adrián Aldrete colocaba la esférica en el poste tras un grandísimo desborde de Paul Aguilar. Aquel impacto fue el primer aviso de lo que vendría a continuación.
Andrés Ríos saca un gran disparo al minuto seis que obliga al guardamenta Sánchez a estirarse para impedir la caída de su marco. La potencia del impacto hace que el portero ofrezca rebote justo por donde llegaba Sambueza quien de zurda marca el primero del encuentro.
Las Águilas dominaban. Ríos y Jiménez intentaban jugadas de pared y a nada estuvieron de hacer el segundo apenas un minuto después del gol de Sambueza.
Santos se encontraba asfixiado por la presión azulcrema. Sabiéndose de las peores defensas del torneo, no terminaban por asentarse en el terreno de juego. Mientras tanto, Sambueza aprovechó al once para mandar un centro preciso desde la banda izquierda para que Andrés Ríos se lance de forma vistosa y consiga su primer tanto como azulcrema.
Todo parecía miel sobre hojuelas. Minuto doce. América con ventaja y dominio del encuentro. Sin embargo, la puntería, la maldita puntería que ya es un mal crónico en las Águilas, terminó por pasar factura una vez más.
Primero fue Osvaldo Martínez quien tras un contragolpe conducido entre Ríos y Jiménez, recibe el balón dentro del área e intenta recortar sin determinación al defensor que le cerraba los espacios. Obviamente perdió la esférica y la oportunidad de hacer el tres por cero lapidario.
Por algo existe en el fútbol un dicho popular que reza: gol fallado, gol en contra. Un minuto después de la estupidez de Martínez, Darwin Quintero aprovecha la displicencia de Aquivaldo y la lentitud del Topo para internarse al área y cruzar de zurda para vencer a Muñoz y acercar a los suyos en el marcador.
Después del gol, hubo un magno concierto en el Azteca. Sí, de fallos azulcremas por doquier. Mientras Jiménez y Ríos seguían perdiéndose oportunidades, los laguneros aprovecharon para hacer ver mal a toda la zaga defensiva.
Al cincuenta y tres, Andrés Rentería aprovecha que Muñoz le regala todo el poste “del portero” y le envía una raya que el meta americanista no logra detener para el dos por dos.
Los últimos diez minutos fueron fatídicos para el equipo americanista que ya es especialista en recibir goles en este lapso de tiempo.
Al ochenta y cuatro, Oribe Peralta se comió a Zidane y dentro del área, con una pisada de balón muy vistosa, se quita a Aldrete y Pablo Aguilar para enseguida cruzar a un Muñoz que pareció vencerse antes de tiempo.
La cereza en el pastel la pondría Adrián Aldrete al cometer penal al ochenta y nueve que Juan Pablo Rodríguez transforma en el cuarto y termina por consumar una derrota más como local para los de Coapa.
Con este resultado, las Águilas se mantienen en 15 unidades producto de cinco victorias y mismo penoso número de derrotas tras 10 fechas.
GOLES
Rubens Sambueza (6′)
Andrés Ríos (11′)
DESEMPEÑO
Moisés Muñoz
Cuando te encajan cuatro goles no hay nada que argumentar. Peor si regala el segundo por no cubrir su poste. Anda a la baja. MAL
Paul Aguilar
Se cuece aparte. Es Paul Aguilar y diez más. Desborda cuantas veces quiere. Genera fútbol hacia adelante y no deja de recorrer su lateral tantas veces como sea necesario. MUY BIEN
Juan Carlos Valenzuela
Exhibido una y otra vez por Quintero y Rentería. Y pensar que es “seleccionado nacional”. No es primera vez que sus pésimos dotes defensivos cuestan caro. Ni será la última. MUY MAL
Aquivaldo Mosquera
Se queda mirando a Quintero quien no pierde el tiempo y se le escapa para que el atacante termine cruzando a Muñoz previa tibia marca del Topo. Dista mucho de ser un jugador constante. Un día es impasable y otro día se nota nervioso e impreciso. MAL
Pablo Aguilar
Comienza bien, con solidez defensiva. En cuanto la presa se desborda, resulta imposible tapar todos los orificios y termina siendo arrastrado por la corriente al igual que sus compañeros. REGULAR
Adrián Aldrete
Durante media hora hace olvidar a Layún. Se muestra bien al frente, dispara al marco, manda centros y habita en terreno enemigo un tercio del juego. Tras el primer tanto lagunero, comienzan las fallas, sufre con la velocidad de los atacantes laguneros y termina ofreciendo quizá su peor encuentro como americanista. MAL
Juan Carlos Medina (87′)
En esta vergüenza de “futbolista” que teme meter la pierna para no lesionarse y perderse la Copa del Mundo no vale la pena perder el tiempo. No existe. MUY MAL
Osvaldo Martínez (62′)
Una pena que este paraguayo tan tibio y sin carácter porte uno de los números más emblemáticos de la institución. Si tan solo hubiera hecho el tercero… MUY MAL
Rubens Sambueza
Hace un gol y asiste para el segundo. ¿Qué más se le puede pedir? Nadie le ayuda. Solo falta que ahora él tenga que marcar cuatro goles por juego. BIEN
Raúl Jiménez
Igual de perdido que en toda la temporada. Sigue sin encontrar el marco. Mucho peinado y poco fútbol. MAL
Andrés Ríos (79′)
Comienza de forma excelente. Casi irreconocible. Genera la jugada del primer tanto y hace el segundo. Tristemente, se pierde un gol bastante claro aunque en el balance general, participar en dos goles no está nada mal. Sobre todo, si no se pagó nada por él. BIEN
SUSTITUCIONES
Jesús Molina (62′)
Infructuoso el intento por recuperar el mediocampo perdido por Medina y Martínez. No fue su mejor partido. MAL
Luis Mendoza (79′)
Lo de siempre. Buenos movimientos para conducir el balón, pero cuando se trata de definir, no aparece.
REGULAR
Andrés Andrade (87′)
Si cuando ha sido titular no ha marcado diferencia, en tres minutos naturalmente no iba a hacer nada.
COMENTARIO FINAL
El problema del América 2014 ha sido y será la falta de puntería. Si se revisan todas las derrotas, en todas prácticamente se tuvo para sentenciar el partido y no se hizo.
Esto es el América actual. Un equipo sin delanteros y que solo tiene a Sambueza. Lo preocupante es que los del fondo cada día ofrecen menos garantías. Cuando todas las líneas empiezan a fallar, es momento de tomar medidas radicales. Seguir jugando a lo mismo con los mismos no traerá resultados diferentes. Ya todos conocemos a estos jugadores. Los hemos visto durante muchos años. Algunos aún persisten desde la época de Bauer. Sabemos cuales son sus límites. Muchos ya dieron todo lo que podían dar.
Y apesar de todo ello, si tan solo hicieran los malditos goles, con todo y sus límites y ciclos terminados, ofrecerían una mejor cara un poco más digna hacia la institución que representan.
Hoy en día, del cuadro titular solo sirven los Aguilar, Layún (lesionado) y Sambueza. Al resto los pueden sustituir con un maniquí o un cono de entrenamiento y no habría diferencia alguna.
Escrito por Slash
Source: 3
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