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América regresó al Volcán y evidenció que el daño de la final está fresco. El marcador terminó 4-2 porque Tigres no quiso hacer por lo menos otro par.
La situación actual del equipo tiene causas plenamente identificadas y podemos hacer un breve repaso sobre ello.
A nivel directivo tenemos una deficiente planeación. Se insiste en que se tiene un gran plantel aunque la realidad demuestre que hay posiciones claves que siguen improvisándose. No podemos seguir sin lateral derecho, contención y volante izquierdo. La elección de refuerzos ha sido tardía y sus nombres tampoco dicen demasiado.
A nivel entrenador tenemos a alguien que habla mucho y demuestra poco. Encima está casado con una formación que hace agua por doquier. En las tomas de televisión se le nota con la mirada apagada y no transmite tranquilidad si no más bien, un gesto de fastidio que parece manifestar: «¿es que estos no pueden hacer algo bien?»
A nivel plantel tenemos dos problemas. El futbolístico y el mental. Queda la impresión de que no todos han superado el golpe anímico de perder la final en el último minuto. Y sumado a ello, la falta de algún líder es evidente. América tiene once soldados pero no hay un coronel, alguien que indique el camino a seguir y que su pelotón lo siga hasta el final. Es decir, si desde el banco no llegan ideas, nadie dentro del rectángulo toma la batuta, nadie busca salir del molde y enviar un mensaje tipo: «no se ustedes muchachos, pero yo al menos voy a morir de algo».
Para fortuna nuestra, el campeonato es joven y bondadoso. Son solo dos fechas y queda tiempo suficiente para componer el rumbo. Claro está que la clave es aprender de los errores. De la conformación del plantel no se puede hacer nada mas hasta el próximo verano. Lo que sí se puede hacer y es responsabilidad directa del entrenador, es corregir deficiencias como el cráter que existe en el centro del campo. Basta del 5-3-2 que no sirve, Ricardo. El fútbol no lo inventaste tú. Demuestra que eres buen técnico potenciando lo que tienes disponible en lugar de forzarlos a un sistema que evidentemente no funciona.
PRIMER TIEMPO
La semana pasada experimentamos con Chepe de central. ¿Resultado? No funcionó. Ante Tigres se nos ocurrió que colocando a Samudio como volante izquierdo ganaríamos en recuperación (al fin que es defensa) y en ataque (al fin que es muy rápido). ¿Resultado? No funcionó.
Cuando en una formación aparecen 6 defensores no resta más que resignarse a ser bombardeado como terminó sucediendo. ¿Que cuáles seis? Valdez, Edson, Goltz, Pablito, Mares y Samudio.
Quizá regresar al Volcán demasiado pronto no ayudó en lo mental. Los recuerdos de hace menos de un mes parecían tan frescos como si hubieran sido ayer.
Y mientras América recordaba lo que pudo ser y no fue, Sosa abrió el marcador al primer minuto tras una pared por alto con Gignac que culminó con fusilamiento a Marchesín.
Otro de los problemas del América, es que nada parece motivarles. Tigres había jugado de manera lamentable sus primeros dos partidos pero contra América desplegaron su mejor fútbol. ¿En qué partido vemos al América salir a comerse al rival? Me temo que en ninguno.
El partido siguió su rumbo y Tigres no hizo el segundo porque no quiso. Entonces apareció el que divide opiniones. Peralta tomó el balón fuera del área, dejó en el camino a Hugo Ayala y venció con suave toque por encima de Enrique Palos. Uno a uno con el cronómetro al veintidós.
Algo que ya es cansino por lo increíble que resulta, es la puntería infalible que tienen todos. Al treinta y seis fue Lucas Zelarayán quien pateó de tiro directo y la puso al ángulo desde una posición poco favorable.
El dos por uno con el que fuimos a descansar no reflejó el trámite del encuentro.
SEGUNDO TIEMPO
Iniciamos la parte complementaria con la salida de Mares y el ingreso de Chepe. Samudio regresó a la lateral y Guerrero se colocó junto a William. Qué bárbaro don Richie Bigotón, como mueve usted sus piezas dentro del campo.
Valdez aprovechó que Tigres se estaba relajando. Ganó por aire el saque de esquina de Darwin y empató el cotejo con potente cabezazo al cuarenta y nueve.
Y entre las cosas que tiene el fútbol, Darwin se encontró con el 3-2 en la siguiente jugada cuando quedó frente a Palos pero remató hacia las piernas del guardameta. Quizá ese gol hubiera cambiado el trámite del encuentro, es algo que nunca sabremos.
Quintero se perdió el gol y las leyes del fútbol indican cuál es el castigo: gol fallado, gol en contra. Gignac se lanzó de chilena pero no contactó bien, el problema es que cayó a Zelarayán quien sacó una raya que entró pegada al travesaño y regresó la ventaja a los felinos al cincuenta y cuatro.
Romero entró al sesenta y cinco por Oribe. Arroyo entró al setenta y tres por Ibarra.
Y también entró el cuarto luego de que Ismael Sosa aprovechara para recortar a Edson y tocar por encima de Marchesín al ochenta y tres para colocar el marcador más acorde a lo sucedido en la cancha.
Es bastante molesto sentir que contra Tigres no tenemos oportunidad. Siempre se sienten favoritos, siempre se siente que en cualquier momento te llenan la portería. Eso es lo que han permitido los dirigentes azulcremas con su política de contrataciones llenas de “ganas e ilusión” en lugar de fichar soluciones que aporten fútbol y sobre todo, carácter.
ESTADÍSTICAS
RENDIMIENTO
AGUSTÍN MARCHESÍN
Poco que hacer en los cuatro tantos felinos. Ha recibido 7 anotaciones en 3 juegos y 5 han sido golazos. Está pagando hasta lo que no debe.
BRUNO VALDEZ
Desde hace tiempo quedó claro que es central. Ante rivales menores se verá bien de lateral pero contra los cuadros con punch ofensivo le va a costar. Por garra paraguaya no queda y hasta marcó el empate momentáneo pero no es una buena solución por el costado.
EDSON ÁLVAREZ
¿Le tiene desconcentrado el que ya se va a sub-20? No es el Álvarez que sorprendió en el semestre anterior con su salida limpia desde atrás y su refrescante agilidad cuando tocaba ayudar en contención.
PAOLO GOLTZ
Ojalá pudiera clonarse. Hemos comentado con anterioridad que no tener medio campo provoca que la defensa sufra más de lo necesario, pues de frente llegan Gignac, Sosa, Aquino, Zelarayán, Damm (qué equipazo, por cierto) y no resta más que elegir a uno y tratar de contener como mejor se pueda.
PABLO AGUILAR
Quizá pensó que la pared de Gignac para Sosa en el primer tanto sería demasiado larga y fue vencido por el argentino quien abrió el marcador. Del resto, lo mismo que Goltz: elegir uno para marcar y esperar que el daño sea el menor posible. Mal él y Goltz por estarse reclamando de la forma en que lo hicieron. El reclamo es válido, encararse no.
OSMAR MARES
Damm hizo con el lo que quiso. Su buen partido ante Santos hizo pensar a La Volpe que quizá podría ofrecer algo más pero ya quedó claro que no.
WILLIAM DA SILVA
El brasilero que sorprendió a propios y extraños con su liguilla pasada no existe más. Está rebasado en el centro del campo. Y es obvio, es demasiado terreno para abarcar para un solo jugador. Especialmente si los de las bandas no se repliegan para apoyarle.
RENATO IBARRA
Es complicado ser relevante si no tienes el balón. Tigres no lo presta y así es difícil que pueda correr y dejar hombres en el camino.
MIGUEL SAMUDIO
Experimento fallido. Se regalaron 45 minutos con Miguel de volante izquierdo. Al segundo tiempo regresó a su posición natural pero como es ya tristemente normal, no hubo algún desborde sorpresa de su parte.
DARWIN QUINTERO
Un jugador desesperante. Más que Arroyo y mira que el ecuatoriano no es tan fácil de superar. Tuvo algunas oportunidades pero se fueron por un costado o bien, al cuerpo del arquero.
ORIBE PERALTA
Hasta antes del gol que servirá para verle de titular el resto del torneo, todos los balones le habían literalmente rebotado. Un jugador con semejantes limitaciones no puede ser el centro delantero de las Águilas.
SUSTITUCIONES
DANIEL GUERRERO
El equipo mejoró con su presencia. Robó algunos balones y prometía un mejor rendimiento pero la ilusión duró hasta que Zelarayán hizo el tercero.
SILVIO ROMERO
Entró con ímpetu pero se apagó poco a poco. A ello hay que sumarle que ocho minutos después sacaron a su socio Ibarra que es el único capaz hoy en día de ponerle una asistencia.
MICHAEL ARROYO
¿A qué juega? Su fútbol es cada día más predecible. Es otro que ya hará un gol y dirá que tiene que ser siempre titular. Vaya inconsistencia del ecuatoriano.
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