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La futura convocatoria de Julián Quiñones a selección nacional ha levantado una polémica innecesaria por el tema de los naturalizados, en mi opinión Quiñones representa un pequeño salto en calidad para la selección mexicana, si sea naturalizado o no simplemente no me interesa, pero si vamos más allá de esta polémica, el caso Quiñones ha exhibido dos problemas que pueden perjudicar en los intereses de América a corto y mediano plazo.
Uno: ¿Por qué asistió a una concentración de selección mexicana si no está convocado?
Un llamado mediante convocatoria a selección nacional siempre habla bien del nivel de un club, pero en este caso, Quiñones recibió una invitación de selección mexicana y no una convocatoria, por tanto, América puede dictar que Quiñones no se concentre con selección y este a la disposición de su equipo para cualquier asunto, dado que es con quien tiene contrato.
La cesión de Quiñones a selección mexicana revela una falta de orden de jerarquías y profesionalismo por parte de la directiva y el cuerpo técnico azulcrema, en primer lugar, América no tiene porque ceder a jugadores si no es mediante una convocatoria oficial para jugar una Fecha FIFA, esto es diferente a los casos de Kevin Álvarez, Luis Malagón, Diego Valdés, Brian Rodríguez, Sebastián Cáceres y Richard Sánchez que si recibieron un llamado y América debe cederlo, por lo general en contra de sus intereses pero así funciona este sistema.
Con esta cesión América demuestra es capaz de restar valor a sus intereses para tratar de ayudar a selección mexicana, pero esto conlleva un potencial peligro ¿Qué ocurre si Quiñones sufre una lesión derivada de su estadía informal en selección? ¿Es necesario que América corra estos riesgos? Es cierto que hablamos de un caso que difícilmente va a ocurrir, pero si llega a ocurrir es una palomita más a larga lista de pésimas decisiones de la directiva del club.
La falta de profesionalismo y confusión en el orden de jerarquías siempre serán dañinos para cualquier empresa, el club América debe tener mecanismos y hacerlos valer para proteger a sus jugadores porque son sus mayores activos, que preste a Quiñones a selección sin convocatoria es un riesgo y producto de la informalidad, que evidentemente no está a la altura de las exigencias que merece una institución como América.
Dos: ¿Cuáles son las prioridades de Quiñones?
El llamado de Quiñones a selección mexicana es un distractor que puede desviar la concentración del jugador y disminuya en su rendimiento, ocurrió con Alejandro Zendejas, desde que surgió el problema si convocarlo con selección mexicana o estadounidense, el jugador presentó una baja de nivel que lo ha ido relegando a la banca.
Con Quiñones puede pasar lo mismo, que su futuro llamado a selección se convierta en un distractor y su rendimiento vaya a menos, que a pesar de llevar 4 goles en liga hasta ahora su acoplamiento en cancha con los demás compañeros no ha sido el ideal.
Más allá de la polémica, si la selección va a llamar a Julián Quiñones, este caso puede ser un problema más para una institución cuyos dirigentes hacen menos los intereses del club en favor de otros actores, que me obliga a pensar que América se dirige más por pláticas informales dignas de un equipo sabatino que por medios de comunicación institucionales.
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