De leyenda nada: por fin se fue Bruno Valdez

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Llegó el día que esperaba buena parte del americanismo. Bruno Valdez continuará su carrera en otro lado y lejos de Coapa.

El central paraguayo jugó seis interminables años y medio con la camiseta Azulcrema en la que consiguió 27 goles que lo colocan como el mejor “defensor” goleador de la historia.

Su lugar en el Olimpo Azulcrema dependerá del cristal con que se le mire. Es innegable que es el defensa líder en anotaciones y algún mérito debe tener. El otro lado de la moneda es la cantidad de fallas terroríficas que costaron eliminaciones dolorosas gracias a sus manos o penales.

Histórico o Brunopenales dependerá de la apreciación personal de cada individuo. Es un hecho que el principal requisito para un defensor, adivinaste, es defender y su nivel ha sido cuestionable con tintes deplorables en los últimos dos o tres años acrecentándose después de la lesión de Janssen.

En 2018 ayudó a conseguir el título haciendo goles importantes en instancias definitivas. El problema es que se siente un emparejamiento con sus malos momentos. Es decir, lo mínimo que podía hacer tras liquidarnos tantas veces, era devolvernos un título de todos los que nos costó.

Dice que es de los que suman en el vestidor. Habrá que preguntarse que sumó cuando (según dicen los que cubren al Club América) fue uno de los cabecillas para rajar a Solari. Un Tiendecamas profesional.

Al final ha sido un tipo que decidió prolongar su estancia en un equipo cuya relación con la afición estaba rota y manchar “el legado”, cualquiera que fuera, al salir por la puerta del fondo.

El Club América está en crisis. En Twitter lo despidieron con bombo y platillo, pintándolo de leyenda verdadera. El regreso y/o renovaciones de Layún las celebran de la misma forma que si estuvieran hablando de David Beckham.

Y a la verdadera leyenda, Guillermo Ochoa, una cartita miserable y párale de contar. Por eso ningún ex-jugador y leyenda auténtica comulga con el América de los últimos años. La misma institución se ha vuelto “tribunerísima” con la desventaja de que nadie les cree nada.

A modo teoría, diré que Bruno, alargó su estancia todo lo que pudo para aprovechar su contrato y conseguir ese anhelado gol que le colocara de máximo defensa goleador para poder irse en paz y pintarnos el dedo de en medio a todos los que deseábamos su partida.

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