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Extraño pero Guillermo Ochoa es el enemigo público número uno del propio americanismo que se ha encasillado en reventarlo bajo la consigna de que “no sale” y naturalmente que todo gol, es su culpa.
Menos mal que estamos en la época en la que se puede medir absolutamente todo de los jugadores, incluyendo a los porteros.
Estamos en una época en la que opinar de lo que se cree en lugar de lo que es, es completamente opcional. Maneras de estar informado hay muchísimas y aquí va otra.
Resulta que uno de los portales clásicos y relevantes en materia de estadísticas que responde al nombre de FBREF, incluyó números nuevos en su última actualización (aprovechando el cambio de partner tecnológico) y resulta que los números están haciendo volar algunas tristes creencias sobre la leyenda Azulcrema.
Así que sin más preámbulos, veamos la primera estadística.
En esta primera tabla, ordenada de peor a mejor, analizaremos los famosos centros, esos que según han puesto a Ochoa seis metros bajo tierra para los que lo odian con el rencor que ningún otro jugador ha sufrido.
La tabla es muy sencilla de entender.
Centros: Cantidad de Centros que han enviado al área de dicho guardameta durante el Apertura 2022.
Intercepciones: Cantidad de balones cortados por el arquero durante el Apertura 2022.
% Efectividad: Porcentaje de éxito entre los centros llegados al área y las veces que fue interceptado por el guardameta.
APUNTES CLAVE
Resulta curiosísimo, que un arquero “laureado” como Jesús Corona es el peor en este sentido. De 87 servicios al área, apenas ha logrado cortar uno.
Nuestro querido Paco Memo tiene la baja efectividad de 2.8%. O sea, de 181 centros nada mas logró quedarse con 5.
El gran Volpi, a quien muchos piden como sustituto del cancerbero Azulcrema, apenas le supera con un 3.4% de efectividad.
El mejor de todos es claro: Washington Aguerre. El portero de Gallos alcanza una efectividad del 10.9%. Es decir, corta 10 de cada 100 centros, o 1 de cada 10, como lo prefieras.
Podríamos dar un comentario por cada arquero pero no es el objetivo “exhibir” a los guardametas, sino más bien, ser claros en lo que estamos viendo.
El fútbol moderno es más rápido que el de antaño.
El fútbol moderno no se puede evaluar como el de antes, cuando el ritmo era más pausado y los “globitos” surcaban el área sin mayor complicación para los guardametas.
Seguir insistiendo que “Ochoa no sale” como pretendiendo que los demás “si salen” es ser testarudo hasta el cansancio.
Si el mejor exponente que es Aguerre tiene un “miserable” diez por ciento de efectividad, es que evidentemente, el fútbol ha cambiado. No es de ayer ni antier, hace años que el fútbol se juega diferente.
La realidad indican que los porteros ya no salen. Los volantes/extremos de hoy son mas rápidos, los centros son mas “venenosos” y los balones cada día más livianos. Los arqueros apuestan por sus reflejos antes que arriesgar a malas salidas. La probabilidad de “regarla” al salir es mayor que meter un manotazo salvador sobre la línea. La pésima salida contra Toluca es la muestra más clara del riesgo que representa salir.
Incluso, un estudio indica que en Europa, la efectividad de los guardametas, ronda entre el 2-3%. Es evidente. El fútbol del viejo continente es todavía mas rápido que el que se juega en América Latina y además, allá mandan mejores centros, no chistes como los de Jürgen Damm que abundan en el balompié Azteca.
Esta información no busca “salvar a Ochoa”, o que llenen los comentarios de ” pero es que, pero es que, pero es que”. Se trata de aceptar que el fútbol ha cambiado. Ochoa no sale, pero realmente, nadie sale. Y mientras más rápido sea el fútbol, menos van a salir y más van a apostar por sus reflejos.
¿QUÉ TAL QUE OCHOA SÍ SALE?
Hay otra gráfica reveladora y la presento a continuación.
En esta vamos a analizar la distancia que recorrer los arqueros cuando toca “salir a achicar”.
#OPA: Cantidad de oportunidades en las que el guardameta ha tenido que salir de su línea de gol para “achicar”.
#OPA/90: Promedio de ocasiones en las que el guardameta ha tenido que salir de su línea de gol para “achicar” cada noventa minutos.
AvgDst: Distancia promedio en metros que debe de recorrer cuando toca salir a “achicar”.
Queda claro que Carlos Acevedo a quienes otros tantos ponen de candidato, es el que menos distancia recorre con 10 metros.
Nuestro querido (y odiado) Guillermo Ochoa es el quinto mejor en este apartado con recorridos que alcanzan los 15 metros. El mano a mano que tapó a Takeshi Meneses de Toluca en el juego de ida fue una de ellas.
El mejor es Nahuel Guzmán pero sabemos que ese está un poco loco y siempre aventura más allá de lo que debería.
Igual podríamos ir portero a portero, pero la gráfica es clara para darnos una idea de quién abandona más o menos su portería.
CONCLUSIÓN
Con esto queda demostrado que no es el peor portero de la galaxia como indican sus haters. Simplemente, es un portero que está en el promedio de lo que es hoy en día el fútbol.
En otra ocasión podemos revisar otras estadísticas más complejas como los goles que se pronostica debería recibir contra los que realmente tapa.
Lo que sí no queda para otra ocasión, es terminar con ese mito de que Ochoa no sale. La realidad es que nadie sale.
Pero cuando tiene que ir en el mano a mano, no duda en abandonar su portería.
Así que la gente puede seguir odiando a Ochoa porque “es televiso”, “porque está inflado”, “porque da envidia su cabello”, “porque no parece líder”, pero la cantaleta que debería terminarse ante esta evidencia, es la de “no sale”.
La evidencia está en nuestra nariz.
Nadie sale.
Nadie.
Na.
Die.
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