No te pierdas más reciente capitulazo del NidoPodcast, el show semanal para Americanistas Exigentes.
Hace ocho años escribí la primera parte de esta columna titulada Americanismo Eternamente Inconforme y veo, con tristeza, que cada palabra continúa siendo válida.
El americanismo está peor que nunca.
Antes de continuar, me gustaría aclarar que por “americanismo”, me refiero a una parte de la afición azulcrema que vive su fanatismo con rencor hacia el Club América día con día.
Es evidente que no son todos, pero cada quien sabrá si le queda el saco.
Hace ocho años, las redes estaban ganando popularidad, pero estaban lejos de tener la relevancia moderna que tienen en nuestras vidas.
Hoy es fácil abrir Twitter, Facebook o Instagram para tener una idea del “termómetro” de la afición que gira en torno a caras largas, muecas de desaprobación y hastío general.
En la primera entrega hablamos de cuatro causas con las que el americanismo está eternamente inconforme y aquí las repasamos:
- Fuerzas Básicas y pocas oportunidades
- Mexicanos de otros equipos
- El refuerzo desconocido
- El cartucho quemado
En esta segunda edición, vamos a explorar otros aspectos que enervan a los americanistas más recalcitrantes.
1. “PUBLICACIONES DE POCA EMPATÍA”
Cuando América cae eliminado (frecuente en la era Baños), el americanista “de redes” (como alguna vez nos denominó el director deportivo), busca saciar su sed de venganza contra los jugadores en sus redes sociales, normalmente, Twitter.
Basta que cualquier jugador publique algún tweet o imagen promocionando algún producto y/o servicio para que empiece la destrucción con mensajes del tipo “no tienes madre, acabas de quedar eliminado y estás publicando tus pendejadas”.
A estos sujetos, lo que hay que decirles es que los jugadores postean ese tipo de cosas porque existe un acuerdo entre ellos y las empresas para hacer una promoción en determinada fecha. Esta publicación queda programada por alguna plataforma de manejo de redes. No es que el jugador tome su teléfono y mande la publicación enseguida.
Desquitar tu ira contra una promoción de ese tipo es igual que gritar en un bosque sin nadie que te escuche.
2. “NO HA SALIDO A PEDIR DISCULPAS”
Esta parece chiste, pero es anécdota.
Hay gente que genuinamente espera que los jugadores del plantel salgan a pedir disculpas por la derrota/eliminación/loquesea.
Y siendo sincero, entiendo a los jugadores en esta cuestión. Es cierto que los jugadores del fútbol moderno son de la generación de cristal, pero, están expuestos más que nunca a comentarios soeces de aficionados. En el pasado, era impensable si no ibas al entrenamiento o al aeropuerto para tener esa cercanía con ellos.
En esta época se está a un tweet de distancia de mentarle la madre al que caiga mal.
Los jugadores se han cansado de decir que:
1) juegan por su familia
2) se deben a sus compañeros de plantel
3) se deben a la directiva/dueño
Jamás mencionan a la afición porque ya se la saben:
Un día eres héroe y al otro te quieren quemar como a las Brujas de Salem.
Y eso les fastidia. Les desgasta.
Podemos hacerlos Héroes o Villanos, pero esperar a que salgan a decir que lo sienten es pretender que nos deben algo, que significamos algo para ellos cuando no es así.
A quien deben rendir cuentas, es al Club América.
Ellos son empleados y el Club América el patrón. Así de sencillo.
Si no gusta lo que se ve, la solución es simple: se deja de consumir.
3. “ES QUE COBRA MUCHO”
Hay cualquier cantidad de aficionados listos para ser el nuevo Director de Finanzas del Club América. Viven preocupados toda la vida por los sueldos de los jugadores y “lo poco que lo desquitan”.
Seamos claros otra vez.
Ser jugador es igual que cualquier trabajo: si te vendes bien, conseguirás mejor sueldo que alguien quizá de mayor capacidad pero de menor habilidad para presumir sus virtudes.
Así que si el jugador X, Y o Z ganan “mucho”, es porque tienen representantes que saben cómo hacer que sus representados parezcan Zidane o Ronaldo. Si el América acepta, es culpa del América y nadie más que el América.
El mundo del fútbol está lleno de tiburones que buscan sangre en el mar para atacar. El América, de triste gestión deportiva, ha sido la víctima predilecta de ellos.
Es cierto que los sueldos de los jugadores están inflados, pero mientras exista un Club América que firme cualquier trato con los ojos cerrados, seguirá siendo culpa del Club América y no del jugador.
EL CLUB AMÉRICA ES PARA NIÑOS BERRINCHUDOS
Hace años, leí una columna de Mauricio Cabrera (periodista, emprendedor en portales como MedioTiempo, Juan Fútbol y otros) que hablaba de este tema.
Decía en resumen, que el América era el equipo perfecto para los niños berrinchudos y llorones que la pasaban jode y jode todo el día.
En su momento, me enervé muchísimo y decía que no era cierto bajo el argumento que los americanistas somos exigentes, de hecho, la única afición exigente del alcahuete fútbol mexicano. Pensé que nuestra ira estaba justificada y que para nada era berrinche, sino ganas de ser los mejores, los más grandes.
Ahora que el tiempo ha pasado, me doy cuenta que dicho texto estaba lleno de verdades.
Dolorosas e incómodas, pero verdades.
El americanista de hoy, al menos el de redes sociales, es destructor, violento y tóxico. Vive encabronado día y noche con su club, como si lo odiara.
El americanista de hoy vive inconforme con todo. Con los que llegan, con los que se van, con los que dirigen y hasta con otros americanistas.
Esto sucede por dos razones que me vienen a la mente:
1) No es exclusivo de los americanistas, sino del aficionado al fútbol: se usa este deporte para proyectar dramas y complejos que se tienen en la vida. Es una manera de escape. Tal vez en la vida no se tiene el éxito esperado y la salvación se busca (quizá en el subconsciente) en un equipo que sea ganador. Que aunque sea la alegría de la vida venga por ahí.
2) Estar solamente enfocado en lo que pasa en el América.
Hace poco lancé una encuesta preguntando si como americanista, te interesaba el bienestar del fútbol mexicano. Los resultados no fueron malos como esperaba, pero tampoco los mejores.
Los resultados ilustran que a 35 de cada 100 americanistas solo les importa su equipo.
Esto es un error.
A todos nos tendría que interesar el bienestar del Fútbol Mexicano y la Selección porque eso nos abriría los ojos a lo que pasa en el mundo.
Muchas de las cosas que pensamos son exclusivas del América, en realidad se dan en todos lados:
- Directivos de cuestionable calidad
- Dueños poco atentos con su equipo
- Fichajes malos de extranjeros
- Fichajes malos de mexicanos
Y si pasan en todos lados, quiere decir es que lo que está mal es el sistema, la estructura, el cómo se hacen las cosas a nivel país.
Al americanista tendría que molestarle que no haya descenso porque los jugadores se relajan y es una de las causas por las que “no desquitan el sueldo” que tanto enoja como se discutió en el punto tres de esta entrada.
Al americanista tendría que molestarle que el entrenador de la selección convoque pocos azulcremas si se supone que somos el equipo más ganador y exigente del país.
Al americanista tendría que molestarle que el interés de la FMF sea seguir organizando torneos con los estadounidenses en lugar de regresar a Conmebol.
El americanista tendría que revisar cómo juegan los rivales para saber por qué ganamos y/o perdimos.
El americanista debería salir de su burbuja azulcrema para ver lo mucho que ha cambiado el mundo del fútbol en todos los aspectos. Pero no, siguen quejándose de lo mismo cada semestre en lugar de actualizarse.
El americanista se queja del carrousel de técnicos y/o jugadores, pero sigue opinando muchas veces con argumentos de los años ochenta y noventa.
Por tanto, si queremos que el Club América deje de ser un equipo para niños berrinchudos, hay que salir del mundito americanista y empaparse de cómo funcionan las cosas en el mundo.
Presumimos que nos conocen en todos lados y aquí no conocemos nada que no sea el América. ¿Ves la contradicción? Queremos “ser aficionados de mundo”, un club de élite, pero no nos interesa nada que no sea el América.
El beneficio será que tu Club te frustrará menos porque se comprenderán mejor los por qué de las cosas que tanto se detestan.
El América está siempre obligado a ganar.
El América siempre es favorito.
El América es un club que por esencia, es criticable.
Lo que hay que hacer, es criticar bien, con argumentos, con sucesos que valga la pena criticar.
De lo contrario, seguirá siendo el club de los niños berrinchudos.