América 2 – 1 Xolos: Triunfo de último minuto

Mas allá del penal, poca actividad. Algún remate flojo o balón por aire fueron su mayor complicación.

Se estrena como capitán cometiendo infracción dentro del área. Después, se reinvindica con soberbio pase a Jiménez desde la media cancha. Participó bastante por derecha aunque le falta tranquilidad para ese último servicio.

Se regala como es su costumbre en la jugada que termina en penal en contra. De una u otra forma siempre se las arregla para costar algún gol. Obviamente para la segunda parte se quedó en el banco.

Aún le falta ganar un poco más de velocidad. Recibió amarilla tras detener a Arango con falta. Por lo demás, defiende de buena forma, sin complicaciones. Pronto formará gran dupla con Pablo.

Un guerrero. No será el jugador más fino, pero como buen paraguayo, no deja de meter la pierna, presionar a los contrarios y defender con autoridad. Gracias a su fortaleza se consiguió el triunfo.

Tiene todas las ganas del mundo pero su precisión deja mucho que desear. Equivoca bastante sus servicios y no está decidiendo bien cuando logra traspasar a terreno enemigo. En el fondo no pasó grandes dificultades.

No es lo mismo jugar en el pueblo que en la gran ciudad. Hasta ahora no termina por imponerse como escudo. También equivoca muchos servicios.

Primero amenaza con un fuerte disparo que se va por encima del horizontal. Minutos después, entra prácticamente solo y en lugar de empujar el balón, intenta despedazar el marco con un innecesario disparo potente que se va por un lado. Se ve mejor que en otros torneos, pero, de intentos no vive el hombre.

Muy intermitente. Empieza por izquierda, pero no genera grandes oportunidades. Cuando lo mandan por derecha, empieza perdiendo en demasía el balón, pero más vale tarde que nunca: de sus botines sale el preciado centro que Pablo manda al fondo de la red.

Lamentable. Se muestra lento, apático y con poca proyección para los compañeros. Su único remate decente salió al cuerpo de Saucedo. Insostenible su titularidad.

Desafortunado debut para Oribe en el Azteca. Jiménez intentó hacerlo héroe y la esférica terminó en las nubes. Por lo demás, mucha lucha y entrega, pero lejos de su mejor versión.

El individualismo hecho futbolista. Quiso terminar todas las jugadas él solo. Se perdió un gol increíble y tendrá que tener más calma a la hora de decidir el flujo de la jugada si es que pretende ser gente importante al ataque.

Un pistolero. Su presencia en el terreno cambió la cara al ataque. Marcó una gran anotación y ahí queda el medio gol que Peralta desperdició. Cuando se dedica a jugar de forma seria, es implacable.

Tuvo la gran oportunidad de ser el talismán pero prefirió dejarse caer dentro del área antes que terminar con esos clásicos recortes desfachatados que le caracterizan. No pierdas tu esencia, Quick.