El Reto de Julián

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Los colombianos en Coapa son —relativamente— nuevos. En este siglo se les ha dado mayor oportunidad debido a las habilidades demostradas, pero casi todos tienen en común el haber sido un fracaso.

La lista es corta:

– Harold Lozano: Fracaso

– Leonardo Fabio Moreno: Fracaso

– Frankie Oviedo: Primero bien, luego mal (tras lesión)

– Andrés Chitiva: Fracaso

– Aquivaldo Mosquera: Primero bien, luego mal

– Luis Gabriel Rey: Fracaso (llegó veterano)

– Andrés Andrade: Fracaso

– Darwin Quintero: Fracaso

– Mateus Uribe: Primero bien, se fue en horas bajas

– Andrés Ibargüen: Fracaso

– Roger Martínez: Fracaso

– Nicolás Benedetti: Fracaso

Julián Quiñones tendrá la misión de revertir la imagen que han dado sus compatriotas. A su favor, tiene que la vara es baja y podría, si se lo propone, ser el mejor colombiano en la historia del Club América.

Su caso puede ser similar al de Aquivaldo Mosquera, quien tras grandes torneos en Pachuca, llegó a Coapa donde alcanzó un gran nivel y ayudó a conseguir el título. Si bien su último año fue malo, la gloria estaba otorgada.

¿QUÉ ENCONTRARÁ EN AMÉRICA?

Lo primero es que la exigencia entre una escuadra y otra es abismal. En este momento vive en luna de miel con la afición que ve al nuevo Chucho, pero habrá que ver cómo reacciona cuando la afición se impaciente.

En el terreno futbolístico se podrían señalar diversos aspectos tales como:

Al América no le dejan los espacios que le gustan. La mayoría de los equipos que enfrentan las Águilas, están metidos atrás, cortando espacios por doquier. Esto ha sido un dolor de cabeza para los atacantes Azulcremas. Quiñones tendrá que evolucionar su fútbol para ser igual de letal en espacios abiertos que cerrados.

Los atacantes de Coapa enfrentan las mejores versiones de los defensores rivales. La camiseta Azulcrema despierta una motivación nunca vista en los rivales. Están más atentos en la marca y dan los partidos “de su vida” cuando se enfrentan a los Azulcremas. Julián conocerá marcas más férreas y quizá no está acostumbrado.

En Atlas era rey, en América inicia como “uno más”. El cuadro Azulcrema está lleno de nombres estelares: Diego Valdés, Jonathan Rodríguez, Alejandro Zendejas, Henry Martín, Richard Sánchez, Álvaro Fidalgo, Néstor Araujo… por citar algunos. En Atlas se jugaba para Julián. En Coapa todos quieren la pelota. Tiene las aptitudes para ser rey aquí también, pero verá que el camino no es tan fácil.

Deberá ejercer presión alta. El fútbol moderno obliga a los atacantes a ser los primeros defensores. Julián deberá mejorar en este aspecto si quiere mantenerse como titular. Considerando que América no tiene defensores por izquierda, deberá hostigar a los rivales desde la salida y quizá no sea su tarea favorita. El mismo Cabecita sorprendió a todos siendo más lateral a la defensiva que el propio Fuentes o cualquier otro.

FACTORES A FAVOR

Ya es figura en México. A diferencia de la mayoría de sus predecesores, Julián llega como figura de Liga MX y no como figura de otro fútbol con menos exigencia. Conoce a los rivales, siendo Guadalajara su predilecto, por lo que su mayor reto es encontrar su mejor posición en el campo con la camiseta Azulcrema.

Ya ha sido campeón en México. Conoce la gloria, ha sido importantísimo en liguillas, en Coapa se espera que haga lo que ya ha demostrado que sabe hacer. Llega como jugador consagrado.

Versátil en el último tercio. Julián es un tipo libre que podría jugar en cualquier parte del último tercio. Se le aprovechará mejor dejándole suficiente espacio para correr con balón dominado, aunque cerca del área, como única (o segunda) punta, no desmerece.

Potencia física intratable. Es un tren sin frenos. En campo abierto y con balón dominado es demoledor. En México, los delanteros que mejor funcionan, son los que aprovechan su físico para imponer condiciones en los duelos. Julián es de los pocos en México que cuenta con esta cualidad, y si la continúa potenciando, será implacable.

Tendrá un DT con variantes. Jardine es un tipo que no se casa con formaciones. Es probable que el profesor André experimente un par de ocasiones antes de encontrar la posición donde mejor rinda. También buscará a los que mejor complementen su fútbol. Jardine no irá por la fácil de: pongámoslo por izquierda para toda la vida y ya.

LA MISIÓN DE JULIÁN

El americanismo está ávido —como nunca— de ídolos.

Algunos se están aventurando a compararlo con Chucho Benítez.

Por tanto, la misión, y lo único que consagrará a Quiñones, es estar a la altura de las expectativas: ser el ídolo que la afición americanista necesita.

Cualquier otro resultado le hará ser uno más de la lista de colombianos fallidos.

Sin embargo, Quiñones está en un nivel monstruoso, y si quiere dejar su nombre en letras doradas, es el Club América donde tiene que hacerlo.

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