Constancia vs Destello: El contraste entre Fidalgo y Suárez

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Esta columna fue enviada por Dán Lee, fiel seguidor del Nidoazulcrema.com desde hace muchos años.

Quiero abrir un debate con ustedes amigos águilas. Esta idea surgió mientras veía los partidos de pretemporada, en los que Fidalgo se adueñó del medio campo y nadie era capaz de quitarle el balón de forma limpia. Me pregunté, ¿Qué sería de este mediocampista español si fuera igual de efectivo para filtrar balones o para ponerla en el rincón? o ¿Por qué tanta posesión y cuidado del balón no trascendía con peligro en el área?

Cerquita de Álvaro, en la banda, estaba su opuesto: el argentino Suárez. Casi de la misma edad (él de 25, Álvaro de 24) y de complexión física similar, pero con una actitud y habilidades diferentes. Suárez es de los que reclaman cada falta (y se desquita si no se la marcan), se dejan caer, encaran al árbitro; Fidalgo no se tira si no hasta que en verdad lo golpean, encaja cada falta sin desesperarse, no desperdicia energía reclamando a la autoridad (también, Suárez fue parte de los “foxy four”, los cuatro sudamericanos captados en una fiesta con sexoservidoras; en tanto que Fidalgo mantiene un corte muy profesional dentro y fuera de la cancha). Álvaro, al tener el balón levanta la cabeza, da la impresión de que siempre sabe quién está cerca de él y si vale la pena arriesgar la posesión o es mejor pausar, hacer cambio de juego o tocar hacia atrás; Leo no sabe mirar hacia otro lado que no sea al frente, siempre va a buscar el drible, el centro o el tiro a gol sin importar que se pierda el balón en ese intento (por supuesto que juegan en áreas diferentes de la cancha, pero denme el avión para que pueda exponer mi punto).

Más allá de estos aspectos superficiales, pensé en quién de ellos era más útil a la causa Águila. Sé que, de entrada, la mayoría dirá “Fidalgo” por la constancia, porque es confiable, porque sus capacidades físicas y técnicas lo hacen un incondicional del medio campo Azulcrema, de esos que prácticamente no fallan y están ahí los noventa minutos… Peeeero, aseguro que esa misma mayoría recuerda más fácilmente cualquiera de los seis goles que ha marcado Suárez con el uniforme Águila que los cientos de pases acertados de Fidalgo. Las anotaciones de Leo han significado victorias contra Pumas, triunfos en eliminación directa de Concachampions y mantenernos en la pelea en la Liguilla más reciente, además de generar ocasiones de pelota parada a favor. No siempre, pero en ocasiones de matar o morir, Suárez ha mostrado sus cualidades (un caso parecido al de Micky Arroyo, que podía pasar partidos enteros sin hacer algo bueno, perdiendo balones al por mayor y, de repente, tomaba la bola, corría la banda y clavaba el gol o alzaba la mano en un tiro libre y todos sabíamos que iba a haber show. A Micky Arroyo se le recuerda con cariño por esas acciones, no por las carretadas de minutos de errores e intrascendencia).

Tenemos entonces a un jugador constante pero intrascendente en el marcador y otro que pierde más balones de los que aprovecha, pero que cuando lo hace “mueve los cartones”. Tener en la cancha jugadores del corte de Álvaro Fidalgo es como invertir dinero en un negocio seguro aunque de poco rendimiento. Tener jugadores como Suárez o Arroyo es como invertir en un negocio riesgoso en el puedes multiplicar tu dinero en poco tiempo, pero también perder capital  o inclusive quedarte con las manos vacías. Al igual que en las finanzas personales, lo mejor siempre será tener un balance… pero esto es fútbol y nosotros aficionados, así que no hay que tomárselo tan a pecho.

Por eso les hago la pregunta. ¿Ustedes qué prefieren? ¿La constancia o el destello?

Por: Dán Lee

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