No te pierdas más reciente capitulazo del NidoPodcast, el show semanal para Americanistas Exigentes.
Sí, B I C A M P E O N E S, duélale a quien le duela. América volvió a vencer a la Máquina Celeste del Cruz Azul en una serie por el título.
Ciertamente, el título no llegó como nos hubiera gustado a la mayoría. En un mundo ideal, el América que arroyó al Toluca hubiera barrido a Pachuca, a Chivas y a Cruz Azul. Se hubiera goleado y la celebración del título hubiera iniciado desde el jueves en el Estadio de la Ciudad de los Deportes.
Pero la vida no es de color de rosa, si no, pregúntele a los aficionados de Chivas, Pumas y Cruz Azul. No, hay diferentes situaciones que van modificando los planes. En el fútbol, como en el resto de la vida, sucede. Baja de juego de varios jugadores, algunos temas extra-cancha, jugadores que se veían ya en otros equipos, lesiones y otras tantas fueron minando el camino de los de Coapa.
El primer escalón fue el siempre duro Pachuca. En este semestre ya nos había dado dos buenas dosis de realidad, primero, dándonos un baile en el partido del torneo regular, y la segunda, dejándonos fuera de la CONCACAF. Derrota que dolió muchísimo.
El segundo paso fueron las siempre lloronas Chivas del Guadalajara. El acérrimo rival deportivo. Equipo que venía más que crecido por una racha importante sin perder y sin recibir gol. Uno con el que teníamos una cuenta pendiente. La victoria en la Copa de Campeones de CONCACAF no sirvió de nada, ni de paliativo. Los queríamos en la Liga y el fútbol nos dio la revancha. A su casa se fueron con la cola entra las patas.
Finalmente, el último obstáculo fue un aguerrido Cruz Azul. Muy bien dirigido, con muy buena idea futbolística y sin ningún fantasma del pasado. Pero sus propias limitaciones los dejaron sin título. Su falta de contundencia en la vuelta sentenció todo.
Sufrimos de más, sí. Pero así sabe mejor el título.
América no fue espectacular, por varios momentos se llegó a ver mal en los 6 partidos de la Liguilla. La gran diferencia a otras Fiestas Grande, que hubo capacidad de reacción, que el equipo se mantuvo unido a pesar del constante asedio de la prensa amarillista. Que ellos NUNCA dudaron de que se lograría el objetivo.
Un error como el de Igor contra Pachuca nos hubiera matado en otras épocas, el Halconcito se hubiera sentido orgulloso. Un error como el de Malagón contra Chivas no hubiera terminado en el travesaño hace un año, la suerte del campeón estaba con nosotros. El error de Jonathan contra Cruz Azul en la ida nos hubiera ofuscado y derribado todo, pero ni 8 minutos tardaron en reaccionar.
Muchos dicen que Cruz Azul “bailó” al América en la vuelta. Las estadísticas dicen que fue un partido cerrado donde ambos equipos compartieron el dominio de la pelota.
América no hizo trabajar tanto a Kevin Mier, esa es la realidad. Los pocos disparos Azulcremas iban con poca potencia o desviados. Salvo un cabezazo de Zendejas que pasó por arriba del marco, no hubo mucho que contar. Por su parte, Cruz Azul falló 4 clarísimas. Una en el primer tiempo que fue increíble que el balón se fuera a las nubes y otras 3 que Malagón atajó bien. Sí, la Máquina mostró nula contundencia, pero saben qué, para eso está el portero. El tan criticado Luis Ángel esta Liguilla terminó siendo el héroe, junto con otro que fue más que atacado, Israel Reyes. Vaya sorpresas te da la Fase Final del fútbol mexicano, a veces los héroes llegan de lugares inesperados.
Las Águilas definieron todo con un tiro penal de Henry, mismo que será cuestionado toda la eternidad. Sabemos como opera la prensa “deportiva” mexicana. Para nadie es sorpresa. Señalan que si no se marca el penal, el partido pudo haberse ido a tiempos extra y no sé qué más escenarios inventados. Pero nadie dice que si le marcan el penal clarísimo a Rotondi en el primer partido, tal vez ambos entrenadores plantean el partido de vuelta diferente y América lo gana con 2 contragolpes. Si se trata de inventar supuestos, acá también podemos hacerlo.
Lo que es un hecho es que el árbitro tuvo todos los argumentos para marcar la falta. Miles de veces hemos visto que un jugador se aprovecha de un error del contrario para “vender” una falta. El mismo Antuna lo hizo en la ida, el rosón de Malagón no era para el drama que hizo, ah, pero ahí sí vale el colmillo.
Israel Reyes sintió que venía un contacto y aflojó el cuerpo, sí, ¿y? El contacto existe. Ahora bien, si el árbitro hubiera revertido su decisión, no hubiera pasado nada. Apenas unos días atrás no habían marcado uno clarísimo y ya en una final, con todo y revisión del VAR, no nos habían marcado otro más claro que los de esta serie.
Nos hemos cansado de repetir que el arbitraje en México es malo para todos. Pero lo único que vende es poner “robo” + “América” en cualquier tuit, nota, blog, periódico, programa televisivo, etc., para vender. No se saben otra. Y con tanta gente con nulo criterio, es más fácil reproducir una mentira una y otra vez. De nada sirve los hechos. Si creen que fue robo, de ahí nadie los quitará. Y allá ellos, que lloren, que pataleen y hagan el drama que quieran. Más de una final se ha resuelto por algún error arbitral. En fin.
Por nuestra parte, agradecemos a todos nuestros lectores que nos han acompañado este semestre de locura, demasiados previos, calificaciones y podcasts. Pero al final valió la pena.
Sobre el equipo, sólo podemos decir que hay muchas cosas que mejorar, habrá que tapar boquetes de jugadores que salgan, recuperar lesionados y buscar ir cultivando un equipo que mantenga el hambre de seguir ganando. Pero por ahora, no queda más que decir GRACIAS a los jugadores, al cuerpo técnico, a la Directiva (increíble, pero también a ellos) y a la afición. Este equipo logró lo impensable, hace un año estábamos llorando una de las derrotas más dolorosas en la historia del Club. Ahora, estamos celebrando que renacimos de las cenizas para sumar tres trofeos más a nuestras vitrinas.
Hoy somos Bicampeones, hoy somos Campeón de Campeones, hoy somos 19 veces grandes, hoy somos el más ganador de México, hoy somos el que hace rabiar a millones y millones de aficionados, hoy somos el que hace feliz a medio México. Hoy somos Águilas.