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La afición ha manifestado cansancio una y otra vez sobre Emilio Azcárraga y la aparente falta de involucramiento con su propio Club América.
La gran mayoría cambiaría de dueño sin chistar.
Siempre que se sueña con un nuevo dueño, se piensa en uno adinerado cuya preocupación principal sea aumentar la grandeza de la institución.
A la mente vienen casos como el Manchester City o el Paris Saint-Germain. Los dueños han invertido fortunas para hacerlos equipos competitivos en la élite y naturalmente, se esperaría que un potencial nuevo dueño Azulcrema haga algo similar para las Águilas, cuando menos, para la zona de CONCACAF.
Sin embargo, por ignorancia o desconocimiento, se dejan de lado otros casos en los que cambiar de dueño han sido tragedia.
El primero de ellos es el del AC Milan, 7 veces ganador de Champions League, segundo más importante por detrás del Real Madrid.
Tras la venta de Silvio Berlusconi, el equipo rossonero estuvo una década fuera del mapa de la élite europea. Cambió de manos varias veces. Fondos chinos, fondos estadounidenses, y mucho caos en contrataciones de jugadores que no rindieron lo esperado. Es apenas en 2023 cuando lograron volver a ser protagonistas en Champions tras años de penumbra.
Otro caso más dramático es el del Málaga. Llegó un jeque para inyectarles una fortuna. Al inicio fue miel sobre hojuelas hasta que el jeque dijo basta y retiró el apoyo financiero (por múltiples razones). En la actualidad, el conjunto español está en Tercera División debido a malos manejos y pocos recursos económicos.
Es válido el deseo de tener un dueño con mayor enfoque en las Águilas.
El problema de un potencial cambio, es que así como puede salir bien, puede salir fatal.
Emilio ha mantenido al América como un equipo con suficientes recursos para tener, siempre, uno de los mejores planteles de la liga. Hubo una pequeña transición cuando se separaron las Águilas de Televisa, pero los números del Club son estables, como él mismo ha manifestado en algún momento.
Por tanto, hay que tener cuidado con lo que se pide.
Un cambio de dueño no significa necesariamente estar mejor.
En la vida, siempre se puede estar mejor, pero también, se puede estar peor.
¿Estás dispuesto a correr el riesgo?
América no carece de recursos económicos.
América carece de dirección deportiva.
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