Sin goles no hay paraíso: León (0-1) Club América

No te pierdas más reciente capitulazo del NidoPodcast, el show semanal para Americanistas Exigentes.

El bicampeonato tendrá que esperar

Por un momento soñamos. Tras un rato parecía alcanzable. El toque que se dio a León nos alistó para escribir la hazaña. Bruno nos enseñó el camino pero el héroe definitivo se mantuvo anónimo y nos hizo entregar la corona.

Caímos como caen los grandes: muriéndonos hasta que las piernas dejasen de responder. Pero caímos. Y caer en América es fracaso. ¿Que quieres que hablemos de culpables? Vamos a ello.

Apartando nombres –quienes se puntualizarán en otra oportunidad–, tenemos que América fue incapaz de generar fútbol por las bandas. El arma principal en liguilla fueron los servicios al área. Ibargüen e Ibarra se cansaron de desbordar pero de dar ventaja real al delantero en turno mejor no hablemos. El América de Herrera creyó que el problema principal era carecer de un killer del área cuando el problema real se estuvo escondido: los centros delanteros nunca rematan a gol. Ojalá tuvieran la suerte de recibir una sandía y lidiar con algo distinto a las decenas de globos de cantoya que les envían.

El América de Herrera prioriza la verticalidad pero fue incapaz de descubrir la fórmula para cerrar jugadas y es por eso que una remontada sencilla a un León pulverizado por la intensidad azulcrema nos dejó tendidos.

Es imperativo traer elementos que piensen hacia dónde lanzar la esférica. Que corra ella sola. La recuperación de Benedetti para el siguiente torneo aliviará esta situación pero no dejemos en sus hombros la responsabilidad. Ninguna lesión fue tan dolorosa como la de Poeta. Herrera había encontrado al fino de la última zona hasta que una lesión nos dejó sin zona de creación.

Del encuentro toca resaltar la vorágine con la que se enjauló a León. La Fiera no existió a causa de la presión alta que ejecutaron con precisión entre Roger, Ibarra e Ibargüen. Guido y Mateus fueron las únicas fieras del cotejo y dieron su mejor partido como dupla desde hace un año.

Bruno es nuestro espartano. El paraguayo honra la garra paraguaya como pocos. Férreo, indestructible y líder que predica con el ejemplo. Volvió a aparecer cuando lo necesitábamos y pateó al pozo a cualquier mensajero portador de malas nuevas esmeralda.

A Marchesín solo podemos apreciarle. El mejor arquero de la liga juega para nosotros.

Ibargüen e Ibarra me transmiten sentimientos encontrados. Cuando veo volar a Ibarra por derecha, intento pensar en quién fue el último volante son semejante potencia. Andrés Felipe jugó la liguilla de su vida al grado que burló hasta su sombra. Y sin embargo, los delanteros quedaron esperando la última Coca del desierto.

Roger es nuestro Oribe moderno. Está por todos lados, presiona, juega por izquierda, derecha, se mete por detrás del delantero pero no le pidamos gol. No tiene. Borremos la noción de que llegó como la solución a la falta de gol. Demos un tip a la dirigencia: vendámosle y traigamos a uno que haga correr la esférica.

Podría estar describiendo qué me parece cada jugador, pero todo aquel que haya seguido las aventuras azulcremas del torneo sabe de qué pie cojeamos. Oribe estuvo lesionado y reapareció de buena manera. Las vacaciones le cayeron perfectas para ganar ideas frescas.

Nico Castillo polarizará opiniones. Me parece temprano para juzgarle aunque sí esperé más de él. Quiero ver si puede con el paquete desde el inicio del próximo torneo sin perder de vista que va a necesitar socios que le tiren algún melón o sandía que pueda convertir en gol.

Herrera es otro que tiene fans y detractores. Soy de los que no vería con malos ojos un cambio de timón. Hay ciclos que terminan y lo visto del Piojo con respecto a las figuras, su excesivo respeto a las jerarquías y el poco avance en cuanto a la resolución del problema del gol invita a pensar que el plantel vería con buenos ojos una lluvia de ideas frescas.

Sin embargo, es innegable que el América de Miguel es combativo. Ha traído gloria a Coapa y los jugadores –salvo un par– parecen estar con él. La parcialidad azulcrema que cree que es el entrenador ideal para el Club América es numerosa por lo que la directiva se lo pensará una decena de veces antes de darle las gracias.

Resta esperar a los próximos días donde conocemos el futuro de gente como Édson, Guido y Uribe quienes podrían cambiar de aires mas las novedades que surjan. Ya sabes que la prensa nos armará un equipazo ficticio durante el verano.

Por último, queda agradecerte a ti, estimado fan de NidoAzulcrema. No es la forma en que nos hubiese gustado celebrar nuestro doceavo aniversario de la web (en línea desde 2007), pero concluimos la cobertura de un nuevo torneo. Espero contar contigo para las próximas aventuras.

Ya sabes cómo es esto. El América no es una pasión.

Es un estilo de vida.

Si disfrutas del contenido que hacemos, considera invitar un cafecito a tus amigos de NidoAzulcrema.

O si prefieres, puedes dar una propina.

Previous Article
Previo_Semifinal_Clausura_2019_LeonAmerica

En la boca de la Fiera: León vs. Club América

Next Article

#NIDOREPORT 081: La decepción de Nico Castillo