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Y sí, a pesar de las turbulencias que vivimos en estos meses, a pesar de los momentos de incertidumbre que nos hacían dudar de este equipo, a pesar de toda esa incertidumbre. Señoras y señores, me complace informarles que el Club América femenil disputará su cuarta final consecutiva con el firme objetivo de consagrarse por tercera ocasión en la Liga MX Femenil y convertirse en la segunda franquicia más ganadora de la joven historia de nuestro balompié mexicano.
En estas cuatro temporadas, el club de San Nicolás de los Garza ha estado inmiscuido, en 2 de ellas nos han vencido en la final; sin embargo, con la victoria en la serie de hoy, y al igual que en el Clausura 2023, las hemos eliminado en la instancia de semifinales con lo que esperamos la historia se repita y se convierta en un buen augurio de lo que vendrá en la instancia final.
Recapitulando lo que fueron las semifinales, en el juego de ida celebrado en el Estadio Azteca, vimos a un América dominante y peligroso durante casi todo el encuentro. Lo cual trajo consigo un resultado, que a la postre fue definitivo, de 3 goles a 1. Aun así, es necesario mencionar que la pizarra no refleja de manera fiel el desarrollo del encuentro, ya que nuestro equipo bien pudo y debió haber conseguido 2 goles más de ventaja. De cualquier manera, el planteamiento táctico y desempeño de las jugadoras fue bastante positivo, dejando sensaciones de que eliminar a las superlíderes era bastante factible.
Para el juego de vuelta, con una ventaja “importante”, se esperaba que las rivales buscaran agresiva e impetuosamente regresar al marcador a cómo diera lugar. Para ello, Ángel Villacampa y su cuerpo técnico decidieron que lo mejor era cederle el control de la pelota a las universitarias y, mientras tanto, agazaparse y atrincherarse lo más cercano a nuestra portería, con el firme objetivo de defender la ventaja costara lo que costara. Las locales nunca encontraron la fórmula para abrir el cerrojo Azulcrema. Nuestra línea defensiva se batía para rechazar cuanto balón se acercara a su terreno y si por alguna razón pasaba, nuestra guardameta se encontraba lista para mantener su arco invicto.
Los minutos transcurrían y la desesperación de las tigresas brotaba a flor de piel, mientras que las Águilas se empoderaban y por ahí del minuto sesenta se animaban a contra golpear buscando el gol que sentenciara la eliminatoria. Pasados diez minutos y al no lograr el cometido, de nueva cuenta optaron por replegarse y esperar que fuera el tiempo quien sentenciara el resultado final. Con cierto apremio, pero sin contratiempos, nos acercábamos a la meta, pero como el sufrimiento y la mala vida es algo que pareciera estar en nuestro ADN, la “histórica” Casandra Cuevas, con una técnica terrible para defender, provocaba y regalaba un penal para las contrarias, el cual no era desaprovechado y con eso se vendrían 5 minutos de infarto.
Para nuestra buena fortuna, superamos esos 300 segundos y nos alzamos con la victoria. En mi opinión, pudimos haber aprovechado el mal momento que vivían las felinas, así como la lentitud de su línea defensiva para intentar ofenderlas mucho más. Pero bueno, el cuerpo técnico decidió lo contrario y terminó por salirle, y si con eso pudimos ver la carota de Alison González llena de amargura y decepción, no tengo nada que reprocharle al Míster Villacampa
HEROÍNAS Y VILLANAS
Al haber ganado, iniciaremos con la parte negativa de la sección:
Mención Horrorífica
NICKY HERNÁNDEZ: No ha sido su torneo definitivamente. Sigue con los mismos vicios de semestres anteriores y no se le ve el mínimo esfuerzo por mejorar. Se desubica con mucha facilidad, sus intentos de ataque no trascienden, suele cortar avances al tomar malas decisiones de pase o tiro y, lo que más molesta, es su actitud y lentitud para regresar a defender una vez que se equivocó al buscar ofender. No sabemos si Saldívar vaya a estar disponible, de estarlo, apostaría por la canterana americanista para la final contra Rayadas.
Villana
ARBITRAJE: Afortunadamente, no hay ninguna jugadora que se haya ganado esta distinción, y vaya que Casandra Cuevas se quedó a nada de llevársela. Sin embargo, no quiero dejar pasar desapercibido lo asqueroso, vil y deplorable que es el arbitraje mexicano en la femenil. Ni con VAR son capaces de tomar decisiones correctas, lo peor es que muchas son jugadas que ni siquiera ocuparían de ayuda tecnológica, al menos en el juego de ida. Hubo 4 jugadas que influyeron directamente en el marcador (2 penales y 2 expulsiones a Tigres) que simplemente no se quisieron marcar.
HEROÍNAS
Mención Honorífica
SARAH LUEBBERT: Gigantesca exhibición en el primer partido de las semifinales. Lo que hizo Sarah fue de crack y sus goles nos pusieron en la final. Una pena que la lesión que la dejó fuera del compromiso en tierras regias, parece de mucho mayor gravedad, al grado que es difícil que pueda tomar parte en la gran final. Esperemos que pueda estar aunque sea en la vuelta, ya que es la jugadora más peligrosa de nuestro club.
Heroína
ITZEL VELASCO: Ya no más Itzelita, con lo hecho en estos dos partidos les presento a Itzel, la arquera titular del Club América y la cancerbera mexicana con mejor presente y futuro. Lleva varios partidos con mejoría notable en cada uno de ellos, y si bien no fue fusilada en demasía, sus atajadas fueron muy puntuales, su liderazgo muy importante y su colocación y destreza para que sus compañeras puedan descargar el balón muy oportuna. Esperemos que venga su consagración en la final, ¡venga Itzel!
COMENTARIO FINAL
Una nueva final a la vista y será contra uno de los rivales que más se han complicado en la historia, las Rayadas de Monterrey. Este torneo ya sabemos lo que es ganarles, y así como en su momento ya fuimos a coronarnos de visita en San Nicolás de los Garza, no tengo duda que ahora lo haremos la casa del otro equipo regio. Mientras tanto…
¡Vamos Águilas!
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