América se impuso a Necaxa en partido de poco brillo

Noche de bostezo. Necaxa no atacó gran cosa. Si no es por aquella acción en donde le derriban mientras buscaba un compañero libre para iniciar la salida, nadie le hubiera visto.

Volvió después de casi siete meses pero fue evidente que necesita ganar ritmo. Solo jugó 45 minutos donde no mostró gran cosa. Por lo menos ayuda a que Edson pueda volver a jugar de central. Es curioso. Se recuperó y en en lugar de mantener la línea de 5 para que luzca volando por la banda, se cambia a 4 defensores…

Cómo ha sufrido con cambios de posición. Tendrá que habituarse nuevamente a la central y ojalá podamos verle pronto subiendo a medio campo para auxiliar a William como hizo de magnífica forma el torneo anterior.

Por fin un poco de descanso. No hubo acciones importantes pero se mantiene atento ante cualquier eventualidad, especialmente en segundo tiempo cuando hubo que modificar tras la salida de Paul.

No ofreció profundidad por su banda aunque quizá obedeció a que con línea de 4 hay más prioridad para defender.

La Volpe se decantó por él para ser quien suba o baje según sea necesario. Con posesión del balón se va al medio y cuando hay que defender se coloca casi como tercer central por izquierda. No lo hace mal pero salvo la jugada de Arroyo, al partido no le pasó nada mas.

Ahora no fue uno, sino doble ración de disparos a la tribuna. No hay ni la menor duda de que el brasileño lo intenta, pero está claro que no puede solo. El medio campo tiene que ser un bloque, un sistema, un “relojito” y no piezas sueltas como son Lainez, Arroyo y él. ¿Recuerdas alguna vez que se hayan juntado al menos dos de ellos para hacer una jugada de peligro? Ese es el problema de raíz que hay que solventar. Si no se combinan los del medio, ¿cómo podemos llegar a portería contraria?

Ha venido a menos. Es normal. En primera porque le han sacado de su posición, y en segunda, a veces abusa de la conducción. Es decir, cuando la tiene, la quiere terminar él. Cuando la tiene Arroyo, lo mismo. Cuando William no encuentra opciones, viene el disparo desde cualquier distancia.

Después de varios partidos irrelevantes, era mas o menos hora de que le saliera una y todos fuéramos felices. Le salió ante Necaxa y fue básicamente gol suyo anotado por Oribe. Probémoslo de delantero, al fin que si hemos hecho mil experimentos, uno más no hará daño.

Otra vez marca un gol que salva su actuación. Lo decíamos la nota anterior: que juegue de delantero porque rematar es lo que hace medianamente bien. Basta de esa farsa de Oribe “el diez”.

Se está tornando insoportable verle. Especialmente porque tanto en Chiapas como el torneo anterior mostró mayores condiciones. Ahora pareciera que el balón que conduce es de fútbol americano. Si alguien extraña a Ibarra, es él. Parece que el ecuatoriano es el único capaz de darle balones a modo.

Ha jugado de manera frecuente los últimos partidos por lo que no se ve aletargado como cuando pasa meses sin jugar y de pronto aparece en la cancha. Y la noche fue fácil dado que ningún equipo dio mas de dos o tres pases consecutivos bien.

Por primera vez se le vio rematar a portería. Lástima que su disparo fue tapado. Del resto, lo habitual: merodear por derecha pero sin dar profundidad o alguna acción que merezca la pena. No se trata de ser duro con él, pero es que uno espera que los debutantes que empiezan a jugar más o menos de forma constante muestren progresión y Manu aún está lejos de aportar por aquel costado.

Habría que darle al menos treinta minutos. Normalmente se ubica bien en el área pero sus compañeros prefieren intentar cualquier cosa en lugar de habilitarle.