De Nike a Adidas o la insatisfacción perpetua del Americanismo con el Club América
Ahora resulta que amamos a Nike…
Surgió la noticia de que América cambiará de patrocinador y el americanismo se volvió loco, como es habitual.
Según rumores, el conjunto de Coapa estaría cambiando la palomita de Nike tras relación de 25 años por los alemanes de Adidas. ¿La razón? Una incógnita. Al menos, por el momento.
El sitio Footy Headlines fue quien lanzó la exclusiva, aunque nadie al interior de Coapa ha confirmado o desmentido al portal famoso por revelar equipaciones antes de su lanzamiento oficial.
Spoiler: ni lo harán.
Los que vivieron la época de los noventa, no son ajenos a Adidas, pues esta marca ya vistió al elenco Azulcrema desde 1994 hasta el 2000 y por lo mismo, incluye uniformes que alcanzaron la etiqueta de legendarios como aquel de la 94-95 del siempre entrañable Leo Beenhakker hasta aquel “de cuellito bajo” entre los años 1997 y 1998.
Mientras tanto, los oriundos de Oregon han vestido a los Azulcremas las últimas dos décadas y media en las que el diseño de los uniformes ha ido in-crescendo, es decir, en términos futboleros: de menos a más.
Los que vivimos aquel cambio, recordaremos exactamente lo mismo que ahora: división entre los que quieren el cambio contra los que se oponen. Y como todo hay que decirlo, también toca evocar a la situación de marcas en aquel momento.
En esa época, Adidas era más cool que Nike, que solía asociarse más al basquetbol. Los alemanes siempre fueron más futboleros y era lo mejor que te podía pasar como aficionado de tu equipo.
Ahora es distinto, la presencia de Nike en el fútbol mundial es innegable, mientras que los que se oponen a Adidas, relatan historias sobre uniformes simplones y poco creativos, los pro-cambio apelan a la nostalgia, pues si algo “no supera” el americanismo en general, son dos diseños:
La famosa “V” ochentera.
El diseño de alas en la época de Don Leo.
Basta ver qué uniformes se replican más para entender la importancia de esos jerseys para la fanaticada Azulcrema.
AL FINAL DA IGUAL LA MARCA
Las redes sociales permiten conocer el “termómetro de la afición”. Poco ha faltado para un #AdidasNoFirmes dado que ahora, pareciera que el balance se decanta por el lado de mantenerse con Nike.
Sin embargo, lo que la mayoría parecen ignorar, es que los uniformes se hacen famosos según las circunstancias. Los citados equipos del 93 o 97 son recordados porque el América de Beenhakker terminó siendo un conjunto de culto, pues no ganó nada, pero pareciera en el colectivo Azulcrema que lo ganó todo.
Aquel del “cuellito bajo” tenía a Cuauhtémoc Blanco, uno de los mayores estandartes del Americanismo en ese momento. Cabe recordar que no se ganó nada, pero qué divertido era seguir las aventuras del Cuauh.
Otro caso es el del 2002, uno de los primeros de Nike. Feísimo como él solo.
Sin embargo, no hay americanista que no tenga presente aquel diseño por lo que significó: romper una interminable sequía de 13 años sin ser campeón. Es el primer título que compartimos muchos Azulcremas que nos perdimos los gloriosos años ochenta.
Por tanto, da igual si es Nike o Adidas. Son los planteles, los jugadores, la forma de juego y un sinfín de factores los que determinan si un uniforme será entrañable u olvidable.
Pero el americanista es así.
Siempre al acecho de cualquier tema para hacer drama.
Siempre insatisfecho por alguna razón con su equipo.
Hay que ser exigentes, sí, porque a los equipos grandes tienen la obligación histórica de conseguir trofeos con frecuencia, pero viejo/a, alguna vez hay que darles una buena. Incluso en NidoAzulcrema padecemos de esto, para que nadie diga que somos lo que criticamos.
Pero ya verás: dentro de cinco, diez o veinte años, si se dio el cambio, y tenemos salud todavía, veremos el mismo fenómeno: no dejemos Adidas por Nike o el que sea.
PARA CERRAR
Ahora bien, ¿por qué diantres querría cambiar el América de patrocinador?
Una cosa es segurísima: no tienen nada que ver los diseños.
Antes no le creía nada a Santiago Baños, presidente del Club América (al menos hasta Octubre, 2024). Sin embargo, siempre ha sido defensor de una frase: el americanismo de redes sociales no es el de la vida real. Esta se la voy a dar por buena.
Otro día vamos a hablar de todos los temas en los que el americanismo suele ser incoherente, sin embargo, en este caso nos atañe el uniforme.
En redes sociales, y aquí propongo no ser de memoria selectiva y fingir demencia, la mayoría de los uniformes de Nike siempre han recibido rechazo generalizado, salvo los últimos años en los que salieron de ese letargo creativo.
Y, aun así, la realidad en tiendas es diferente: uniformes siempre agotados.
Da igual si incluso el tercero tiene pinta estrambótica: agotado también.
Aquí aplica la de “no veo fallas en su lógica”. Critican en redes sociales mientras que las estanterías de Nike Store se vacían con gran rapidez.
Así que, si el América va a cambiar de patrocinador, es simplemente por dinero. Si Adidas paga más que Nike, pues bienvenidos los sucios y llenos de microbios billetes del tío Benjamín Franklin.
Recordemos que el Azteca está en plena remodelación, y que el conjunto Azulcrema no recibe ingresos por derechos de televisión, por lo tanto, todo dinero importante que pueda entrar a las arcas, es bienvenido.
Si este presupuesto redituará en refuerzos relevantes que mantengan la lucha por el título, entonces, bienvenido sea ese dinerito.
Yo soy feliz con Nike o Adidas. Me gustan las dos marcas y creo que las dos están a la altura de la marca América.
Los cambios son temporales, van y vienen las marcas. Lo que cuenta es que Fidalgo tiene ojos azules y van con el escudo. 😉