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A propósito de nuestro enfrentamiento inaugural del Guard1anes 2020 ante los Tuzos del Pachuca, hoy recordaremos una de las tantas noches de gloria del último ícono del Americanismo: Cuauhtémoc Blanco Bravo.
Fecha 7 del Torneo de Invierno 1998. El inicio del torneo no había sido malo, con tres triunfos, un empate y dos derrotas. Además, el Cuau llegaba encendido con siete anotaciones en seis partidos, incluido un triplete ante los Tigres de la Universidad de Nuevo León.
Temprano en el juego, el árbitro León Padró Borja expulsó por doble amarilla a Raúl Rodrigo Lara. Situación complicada para el equipo dirigido por el Maestro Carlos Reinoso, pero aún así, los nuestros abrieron el marcador con un disparo raso y colocado de Cuauhtémoc. Nada que hacer para Nicolás Navarro.
Poco después, rigorista expulsión para el auténtico guerrero de ese plantel, Isaac Terrazas, que invadido por el coraje y la impotencia de la injusta tarjeta roja, rompió su camiseta.
Pero el espectáculo arbitral no terminó ahí, el chileno Rodrigo Valenzuela también fue echado de la cancha poco antes de terminar la parte inicial, justo después del empate de los hidalguenses, logrado por Marco de Almeida.
En el segundo tiempo todo parecía finiquitado a los 52 minutos, nuevamente de Almeida marcaba por la escuadra dirigida por el ‘Vasco’ Aguirre. Con 8 hombres y abajo en el marcador. ¿Quién podría equilibrar esto?
La respuesta llegó un minuto después: García Aspe tocó para Cuauhtémoc, éste se quitó a Navarro y definió para empatar el partido.
UNA OBRA MAESTRA DEL PINTOR BLANCO
A seis minutos del final, a lo América, a lo Cuauhtémoc, un impresionante tiro libre por encima de la barrera que dejó inmóvil a Navarro pareció darnos las tres unidades. Segundo triplete del torneo y cuarto juego que anotaba más de un tanto.
Tras su paso por Necaxa, el hijo pródigo regresaba luego de una gran Copa del Mundo, por vez primera con el 10 en la espalda, para ofrecer una de sus mejores campañas… individualmente, claro, porque nuestras Águilas no lograron meterse a la liguilla.
[adsense]Lamentablemente, el esfuerzo no alcanzó para el triunfo, ya que el Hueso Glaría empató a segundos del final, pero el resultado dejó un sabor a hazaña, al no ser derrotados teniendo tres hombres menos.
Al final de la campaña regular, Cuauhtémoc obtuvo el título de goleo con 16 dianas. Por primera vez en quince años, teníamos otro máximo goleador. Norberto Outes había sido el último en 1983.
Manténganse seguros.
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¿Crees que volveremos a tener ídolos de ese calibre?
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