La Falacia llamada Miguel Herrera

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Antes que nada y para iniciar, quiero establecer que, como en cualquier columna, lo que voy a exponer es solamente mi opinión. Sé que no soy dueño de la verdad y sólo expreso mi pensar.

Ahora sí, entrando al tema de este espacio, me preocupa realmente que Azcárraga Jean esté considerando seriamente renovar a Miguel Herrera por otros, al menos, tres años. El Piojo ha demostrado su incapacidad para dirigir a las Águilas en más de una ocasión.

Sí, ya sé, no faltará quien me diga que Herrera es uno de los mejores entrenadores de las Águilas, empatado en títulos con los grandes nombres que han dirigido a este equipo. Pero ¿de verdad podemos simplificarlo así?

Por ejemplo, Jorge Vieira dirigió tres torneos de liga, tres Copas México y 2 Campeón de Campeones, ganando 4 títulos (2 Ligas y 2 Campeón de Campeones), es decir, el 50% de efectividad.

Miguelito Herrera, hasta diciembre de 2019, ha dirigido 9 ligas, 5 Copas, 2 Concachampions, una Super CopaMx, un Campeón de Campeones, un Campeones Cup y una Leagues Cup, teniendo la fabulosa cantidad de 4 títulos, es decir, un extraordinario 20% de efectividad.

Si un entrenador gana 2 de cada 10 títulos que disputa, ¿es realmente un entrenador ganador?

Nunca en la historia habíamos visto que un entrenador se le tuviera tanta paciencia. Ya hubieran querido Mario Carrillo, Leo Benhakker, Alfio Basile, Juan Antonio Luna y Antonio Mohamed (entre otros) la paciencia que le han tenido al Piojo.

A pesar de la pobrísima efectividad de Herrera en cuestión a trofeos ganados (él mismo le puso peso cuando disputaba la final pasada al número de títulos), en varios ámbitos del fútbol nacional se dice que Miguelito es ya un histórico americanista. Aquí no difiero, sí, es un histórico, pero no positivamente hablando.

Hay datos que se ha comentado varias veces en esta página y sabiendo éstos, se me hace realmente increíble que un entrenador tan patético siga en el timón Águila. Sí, sus cuatro títulos ahí están, dos ganados al Cruz Azul, uno a Tigres y otro a Juárez.

¿Quién en este siglo no le ha ganado al Cruz Azul? ¿Juárez? En fin, no se demeritarán sus triunfos, ahí están y han engrosado las vitrinas, pero la mancha que ha dejado su doble gestión tampoco se borrará nunca. Primera derrota ante un equipo centroamericano en el Azteca en toda la historia. Eliminado en el Azteca por un equipo canadiense. Eliminado por Juárez en una Copa. Vencido por Atlanta en una final. Vencido por Querétaro en una final. Vapuleado por Cruz Azul recibiendo la mayor cantidad de goles en contra en la historia del Clásico Joven. Y la peor mancha de todas, una que seguramente no volveremos a ver: 2 finales perdidas cerrando en el Estadio Azteca.

Nadie nunca, en más de 50 años de historia del Coloso de Santa Úrsula, había perdido una final ida y vuelta donde el partido definitorio se jugara en el Azteca. Herrera no sólo lo hizo una vez, se ha dado el gusto de repetirlo.

Y esto más lo que se acumule este año y los tres adicionales que le firmarán.

¿De qué sirve calificar siempre a semifinales?¿de qué sirve tener 30 o más puntos en el torneo regular? ¿de qué sirve ser de los mejores en la tabla de cocientes?¿de que sirve todo si el partido importante se pierde?

Y esto es sólo con los datos como entrenador Azulcrema, porque si contabilizamos sus años en Monterrey, Xolos y Atlante, su realidad como un entrenador perdedor se confirma.

No sé ustedes, pero yo ya estoy harto de ver a un perdedor dirigir a las Águilas. Yo no me conformo con sus triunfos a cuentagotas.

Basta de creer el cuento que nos venden los medios.

Basta de fantasear que sólo el Piojito puede dirigir al América.

Basta de la falacia llamada Miguel Herrera.

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