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El americanismo está desesperado buscando cómo revivir a su equipo, proponiendo técnicos, formaciones, jugadores de Fuerzas Básicas y un mundo de variantes para levantar el vuelo.
Mientras tanto, la directiva azulcrema se lo toma con la calma y ha decidido darle el voto de confianza a Fernando Ortiz para lo que resta del certamen.
La lectura que se le puede dar a este torneo es algo del tipo “ya no vamos a gastar más tiempo con esta plantilla. Si Ortiz rescata algo, bien, si no, también”.
Da la impresión de que la decisión obedece a la obsesión por Nicolás Larcamón del aguerrido Puebla.
Contra Larcamón, oriundo de Buenos Aires, no hay nada en contra. Solo decimos que es un tipo que ahora tiene éxito con su equipo. El problema es que cae en el rubro de ser “el técnico de moda” y en su momento ya se intentó con Matosas. El resultado es de todos conocido: papelones y goleadas en contra.
Parece joven (37 años) para llevar las riendas de los malosytiendecamas que conforman el plantel azulcrema. Parece una obviedad pero no es lo mismo dirigir al Puebla que al América.
La presión de aquí es diferente. Quedarse con las manos vacías es igual a fracaso. En Puebla (y escuadras similares) cualquier cosa es ganancia porque no se espera que sean los protagonistas y animadores. No se trata de demeritar a otras instituciones pero es evidente que cada club tiene su lugar en el fútbol, y para los grandes-populares-importantes, las expectativas son otras.
Así que querid@ azulcrema, no te desgastes más con este equipo. Al final, harán lo que quieran con el cinismo de pedirte que les compres playeras una y otra vez. Toca seguir pendiente por los colores y lo que representa el equipo, pero de la gente que lleva las riendas del equipo no esperes nada para evitar más decepciones.
Es semana de Clásico y ni se siente como tal.
¿Te gusta Larcamón para el glorioso y alicaído Club América?
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