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A propósito del enfrentamiento ante los Xolos de Tijuana, recordaremos una sufrida e inolvidable noche para el americanismo.
El 9 de febrero de 2013, las Águilas de Miguel Herrera visitaron al campeón Xolos de Tijuana, dirigidos por el Turco Antonio Mohamed en la fecha numero 6 del Clausura 2013.
Era el tercer torneo del Piojo al frente de nuestras Águilas, que llegaban con 12 unidades en las primeras 5 jornadas.
El Estadio Caliente fue testigo de una increíble hazaña… aunque no sería la única en ese torneo.
A los 12 minutos, Cristian Pellerano cometió falta al gran Chucho Benítez. Penal bien cobrado por Osvaldo Martínez, sin ningún miedo, con potencia, muy a su estilo. Lo ganábamos 1-0.
Diez minutos después, comenzaban nuestras complicaciones con una de las tantas tarjetas rojas que se llevó Sambueza jugando para los Azulcremas. La expulsión fue por doble amarilla… la primera había sido en el primer minuto de juego.
A los 38 minutos, Fernando Arce se escapó por el centro, Aquivaldo Mosquera lo detuvo, Lamentablemente también fue su segunda amarilla y nos quedamos con nueve.
Un minuto después, se puso el candado con lo que había. Salió el Chucho, entró el Negro Medina.
Así nos fuimos al descanso, con una previa atajada de Moisés Muñoz en un fuerte disparo de Raúl Enríquez.
Cuando te quedas con dos hombres menos, ganar es prácticamente imposible… a menos que seas el América.
[adsense]Así que, como decía Don Carlos Blanco, con mucha garra y con entrega, en la segunda mitad era necesario dar un juego sin errores atrás ya que era complicado encontrar alguna al frente… pero vino la sorpresa: Raúl Jiménez la tocó a Paul Aguilar, el mismo Raúl ya estaba moviéndose al área y pidiéndole el balón al sinaloense, pero este se tuvo confianza y con un zapatazo la mandó guardar al minuto 53.
El América lo estaba logrando, ventaja de dos tantos con desventaja de dos hombres.
Tijuana insistió y Moi siguió salvando la puerta ante los embates de Arce, Riascos y Enríquez, pero finalmente no resistimos más, a quince minutos del final, nuestro futuro defensor Pablito Aguilar nos ponía a sufrir.
A treinta segundos del final del tiempo de compensación, el mismo Pablito, en una distancia más cercana al arco que el punto penal, sacó un disparo, y nuevamente Moisés Muñoz, el heroico guardameta salvaba nuestras tres unidades.
El encuentro terminaba y si, el América, a lo América consiguió el liderato esa noche en la frontera.
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