Regresó la victoria al Azteca

Otra vez tuvo una mala salida que pudo costar el empate. Para su fortuna, el balón se fue por encima. Recibe buena nota porque tuvo rechaces que impidieron la caída del marco cuando la presión visitante era insistente.

Se puede traer a Guardiola y este jugador seguirá siendo un cheque al portador. No solo pierde en el salto contra Britos, si no que siempre regresa trotando y mirando en primera fila como causan estragos por la banda que debe defender. Todo entrenador que lo ponga es porque gusta de los deportes extremos.

Este es el problema de tener avenidas por los costados. Paul complica a Goltz así como Mares a Pablito. Dos jugadores son insuficientes para controlar lo que suceda por las bandas, especialmente cuando Cortés y Barrera viven de tirar desbordes y centros.

Inaugura el marcador y se confirma como el mejor defensa goleador de la historia. Atrás, lo que ya se ha dicho: debe multiplicarse para sacar agua del pozo.

Todo enjundia pero no opone mayor resistencia contra los extremos habilidosos. Si Joachim Löw –entrenador de Alemania– jugó con 4 centrales la copa del mundo, en Coapa deberían plantearse hacer lo mismo. Los laterales no generan una sola arriba y atrás son un carnaval.

Tácticamente cumple lo que le pide el técnico. Se para como contención en el primer tiempo y luego se coloca como tercer central. Pero Chepe no es un jugador que abarque demasiado terreno de juego así que habría que plantearse si es el indicado para esta función. A Ricardo le gusta tener un central que salga jugando. Ahí tiene a Goltz que lo hacía con Lanús. Dejemos esta clase de experimentos para otro día. Chepe es contención y ya está.

Dio alguna muestra de vida. Intentó ayudar en tareas de recuperación pero todavía está aletargado. Sus mejores acciones fueron un remate de media cancha buscando sorprender a Palacios y un remate de chilena que el mismo arquero le manoteó a córner.

La Volpe también comentó en la rueda de prensa que habló con él y le dijo que no era el mismo que jugó en Querétaro. Que no le gustaba de contención porque él era volante. Esto ya lo hemos debatido en múltiples ocasiones y por eso causaba extrañeza verlo de contención o lateral. Ricardo Antonio lo envió como volante ofensivo y se le vio más suelto, con un rol más definido e incluso hizo el gol del triunfo, muy temprano, pero fue la diferencia en el marcador. Ahora bien, hay que ser consistente que dejó su lugar con treinta por jugar.

Su mejor aporte es cuando debe enviar servicios. Él centró para el cabezazo de Oribe que terminó con el gol de Pablo. Al segundo tiempo encontró de nuevo a Peralta aunque esté voló la oportunidad. Pudo relajar el trámite del encuentro pero se perdió una oportunidad realmente sencilla para alguien con su técnica individual. Especialmente porque Pikolín se vence dos años antes en todas las ocasiones que tiene a un atacante frente a él.

El «taco» para William fue de crack. Defensivamente tuvo desgaste presionando a la salida y no desentonó al respecto. Se ve que La Volpe lo conoce mejor y puede sacarle mayor provecho que no se vio como el Chino que espera a que alguien tenga la amabilidad de darle un balón a modo.

No fue su noche. Salió atrabancado y no supo controlar o rematar en momentos puntuales. Le salva haber generado el primer tanto con aquel remate y luego con el penal que le cometieron que don García Orozco no marcó.

Ha tenido problemas para volver a ser el de antes de la lesión y ahora sufre una nueva. De mal gusto que La Volpe no le permitiera dejar el terreno de juego. Aquí las palabras del entrenador al respecto: “Güemez ya se iba y me pregunto ¿cómo que se va? ve y párate ahí de nueve para estorbar aunque sea, ¿cómo que te vas a tu casa? Hay cosas que uno no entiende”. La salud de una persona está por encima de cualquier partido de fútbol. Es irresponsable hacer que Javier se mantenga en la cancha si evidentemente no podía caminar con el tobillo maltrecho.

Seguimos esperándolo. Por lo menos ya queda poco para la liguilla que es donde ha lucido mejor. Con veinte minutos por jugar y los espacios que dejaron los Pumas atrás, era para pedirla siempre y reventar a bombazos la portería de Pikolín.

Forma parte del amontonamiento del final. Con tanto jugador en el área americanista, no queda más que tomar una cubeta y ayudar a sacar agua. Como empiecen a dejarlo en la banca se nos va. No hay justificación para no hacerlo titular habiendo vacantes disponibles en defensa. Sí, hablo de las bandas.