América lo volvió a hacer y ahora también regaló el Clásico

Bravo remató en dos ocasiones y las dos fueron al fondo de las redes. Pudo haber hecho más en el primer gol. Bravo todavía tenía que librar a Goltz y encararlo. Al dejar desprotegido su marco solo facilitó la resolución al delantero.

Muy apagado. Casi no se le vió hacia arriba que es donde más se le necesitaba considerando que Guadalajara no presentó un planteamiento ofensivo.

Nunca vio venir la anticipación de Bravo en el segundo gol. Tenía la posición asegurada pero fue sorprendido por la velocidad de “Omarcito” y fue doblegado. Pasan los años y el nueve rojiblanco sigue acumulando nombres a los cuales les ha hecho esa jugada. El resto del partido estuvo relativamente sencillo pero el daño al marco ya estaba hecho.

Asistió a Darwin que perdonó el empate en aquel centro desde la izquierda que el colombiano cabeceó hacia un costado. Luego le sacan el empate sobre la línea. Recibió un tremendo golpe pero volvió como un guerrero. Su ADN paraguayo está presente en todo momento.

Le pillaron en un dos contra uno en aquel centro que terminó en gol. Había poco que hacer para él en esa jugada. El resto del partido luchó y corrió pero con la banda izquierda ocupada mayormente por Sambueza y Arroyo fue difícil encontrar espacio para alguna aparición por sorpresa.

Se le vio poco porque el partido no necesitaba a alguien como él. Chivas jugó a aprovechar algún error, al pelotazo. Tener un contención de corte 100% defensivo era irrelevante para lo que América necesitaba y por eso dejó su lugar tras el primer tiempo.

Regala el primer gol. Convierte el penal. Provoca el empate con aquel disparo que fue al travesaño y que Peralta convirtió. Lo hizo por momentos todo mal y en otros todo bien.

Es un jugador fino con el balón en los pies. El problema es que le cuestan los planteamientos defensivos. Todavía se le dificulta generar oportunidades cuando los espacios son muy reducidos. Habrá que trabajar en ese aspecto que es común que al América le jueguen al contragolpe. Dejó su lugar a Rosel con veinte por jugar.

Capitán de lucha. Juega con la intensidad habitual, envía algunos buenos servicios al área e incluso se avienta un caño al final del partido que terminó con buen centro al área. Fue de los que más luchó en todo momento.

Un torbellino de emociones. Se pierde un gol cantado pero recupera provocando un penal y expulsión que tampoco era algo menor con 45 minutos por jugar. El problema es que mientras no convierta cuando más se le necesita, seguirá con su propia nube tormentosa encima de su cabeza.

Se gana la calificación porque nunca baja los brazos. Se las ingenió para sacar remates pero siempre hubo un último defensor listo para interponerse. Cuando al fin lo logra, una injusticia le quita la anotación.

Empieza bien el Gambetita. La pidió constantemente y buscó profundizar en su banda mediante la potencia física que lo caracteriza. No salió lo preciso que hubiéramos querido y conducir con lluvia tampoco es tan sencillo. Por entrega no quedó, aunque claro, eso es lo menos que se espera de un futbolista profesional. Tendría que ser algo más imaginativo a la hora de rematar al marco que es muy notorio cuando se perfila para disparar. Esto facilita que le bloqueen los disparos.

Una bocanada de aire fresco resultó el juvenil azulcrema. Casi siempre encaró, buscó y hasta cerca de provocar el penal estuvo. Toda la profundidad que el Rifle no ofreció se recuperó con la velocidad y encare de esta promesa de las básicas. No le pesó el Azteca por lo cual, esperamos que de ahora en adelante vea más minutos. Ojo. Tampoco es sano pensar que debe ser titular que luego muchos se han perdido por ganar fama tan rápidamente. Hay que saber llevarlo para que tenga los pies en la tierra. Tiene muchas condiciones.

Entró a buscar el típico remate desesperado por arriba pero si los centros no llegan, poco puede hacer con 10 chivas colgados del travesaño. No se le recuerda una sola oportunidad en el juego. Era realmente complicado para él poder hacer algo en un espacio de 30 metros con tantos jugadores aliados y rivales tan cerca.